Partido esperado tras la victoria ante el Cádiz para comprobar la mejora en el rendimiento o no. Respuesta NO.

Alineación reconocible con la novedad necesaria del central del Promesas Dufur. Es de agradecer que teniendo otras alternativas el entrenador se decida por el joven (22 años y 1,87 de estatura); curiosa también la capitanía de Kike Barja, aunque no haya sido su día.
Buen arranque de Osasuna con presión y desparpajo y con poste incluido, pero ahí se acabó todo; la agresividad que mostraba Osasuna no era suficiente para hacer gol. El celta se lo demostró con dos buenos pases entre la defensa descolocada para hacer el 1-0 con la aquiescencia de Sergio. Seguido llegó el 2-0 y todavía se están preguntando los defensores de Osasuna por dónde entró el jugador del Celta, cómo han dado ese pase, o el taconazo que deja solo al delantero y hacer el gol.
Hasta este momento la verdad es que el resultado no reflejaba el trabajo de unos y otros, pero sí hacía ver que lo que vale es el gol. El Celta le muestra a Osasuna que con sólo fuerza y agresividad únicamente, no se hacen goles ni jugadas de peligro, hay que añadirle calidad individual en momentos puntuales. Los regates, controles orientados, paredes rápidas para desbordar o pases interiores brillan en Osasuna por su ausencia. Este hecho constatado, no sé si es por miedo al ridículo si no sale la jugada, o por pautas marcadas desde el banquillo para el desarrollo del juego del equipo.
Con 2 a 0 el Celta esta donde quiere, defender bien y control del resultado. Con esta premisa Osasuna dispone del balón, adelanta posiciones, introduce cambios ofensivos y tiene la iniciativa en el juego; bueno pues a pesar de todo esto, no ha sido capaz de hacer una ocasión de gol en toda la segunda parte; ¿por qué? Les remito al título de este escrito.
El partido ha sido un juego de estilos que me ha recordado a las disputas toreras de El Viti o El Cordobés. Quizás sobre bravura y falte calidad, como ya he puesto de manifiesto.
Además, comienzo a percibir falta de consistencia psicológica para ser capaz de superar el marcador en contra; cuestión ésta que, al comienzo de temporada, sobraba.
La verdad es que esto no termina aquí, sino que continúa en Granada; el rumbo hay que variarlo hacia la calidad y el atrevimiento para hacer cosas que ahora no vemos. Esto me recuerda a un amigo que ante la pregunta de un entrenador de qué le había parecido el encuentro que acababa de ver, le respondió: a tu equipo no le he visto hacer ni un solo regate, así no vas a ninguna parte.
No pretendo decir que haya que salir controlando el balón siempre y regateando desde la defensa; pero está claro que, en la superación de contrarios y elaboración de las ocasiones de gol, tienen mucho que ver los regates y controles en zonas llamadas peligrosas o de riesgo para el contrario. Esto es lo que echamos en falta en estos partidos.
Esperamos hablar de mejores cosas en el futuro.
Aúpa Osasuna.