Último encuentro de esta temporada en El Sadar, gran ambiente y fenomenal temperatura futbolística con todos los deberes hechos; sólo a la espera de que alguna carambola, entre este y el siguiente partido, nos ponga en Europa.
Las caras de los osasunistas ya se daban por satisfechas con lo conseguido hasta ahora, lo demás son dulces añadidos para una buena mesa. Sobre el campo, dos equipos aparentemente muy iguales, pero con distintos convencimientos en su espíritu interior, teniendo en cuenta que los catalanes no están salvados todavía.
D. Vicente Moreno, a lo suyo: misma alineación, mismo sistema y contrarrestar las acciones del contrario posicionando bien al equipo y no cometiendo errores de bulto. Todo ello se va consiguiendo poco a poco hasta llegar al minuto 17, en que el Budimir logra el primer gol. La pareja Areso-Budimir parece entenderse cada vez mejor y va llevando el peligro que no hay forma de llevar por la banda de Bryan (qué tarde más aciaga).
La segunda parte, por los mismos derroteros, pero cayendo en un impasse de aburrimiento que puede ser peligroso para los rojos. Sergio se encarga de abroncar a sus compañeros, que parecen un poco dormidos. Menos mal que Boyomo, imponiendo su ley, y Aimar, realizando unas conducciones en las contras dignas de un superclase, despertaban el ambiente y aportaban algo de emoción al partido.
Otra vez Kike Barja sale para lesionarse enseguida; el entrenador da entrada a Bretones para reconstruir la defensa a tres centrales, cuestión esta que da más libertad a los laterales. Y con la entrada de Raúl por Budimir, Osasuna pasa a dominador y, en una fulgurante contra, Raúl se hace con la pelota y dice: “A mí no me la quita nadie”. 2-0 y se acabó.
Algunas cuestiones han sobresalido de este encuentro: el afianzamiento de Boyomo en el centro de la defensa, el descaro y calidad de Aimar para conducir la pelota, haya o no contrarios alrededor, y la ansiedad de Bryan por hacer algo, ya que no le sale nada ni hace por que le salga.
Lo demás, todo para UNAI. ¿Habrá algún jugador profesional en el mundo que haya dado tanto a su club y jamás haya emitido una queja hacia nadie? Un abrazo por todo lo que has dado a Osasuna, aunque algunas veces no se te haya reconocido.
¡Aúpa Osasuna!, aunque no lleguemos a Europa.