Doscientos partidos al frente de Osasuna, son muchos partidos, pero merecidos y ganados a pulso. Tu lema inicial, Jagoba, sigue siendo tan válido como entonces: hay que ponerse la pilas.
- viernes, 19 de abril de 2024
- Actualizado 16:01
Doscientos partidos al frente de Osasuna, son muchos partidos, pero merecidos y ganados a pulso. Tu lema inicial, Jagoba, sigue siendo tan válido como entonces: hay que ponerse la pilas.
La alineación de Osasuna no causa sorpresas, porque la competición va poniendo a cada uno en su sitio y el entrenador es el que reparte el juego en cada momento; con las ausencias obligadas del Chimy y Peña, la elección del equipo titular parecía fácil, ya que hay jugadores para responder en todo momento y en cualquier parte del campo. ¿Pensando en la copa? inevitablemente SI, sólo basta mirar al banquillo.
Siete minutos sin ver el balón, pérdidas en pases sencillos y en las disputas por alto, no ganamos una. Solo un animoso Barja y una desdibujada defensa, sobresalían en los primeros minutos. Más suelto el Mallorca en esta primera parte donde Osasuna no termina de asentarse. Un encuentro sin goles y sin emociones ni claridad de ideas; menos mal que la pelea sirvió para mantener el cero inicial.
La segunda parte sigue por los mismos cauces y con demasiadas faltas por ambos equipos, creo que por la intensidad que le aplican al partido, entiendo. Osasuna sigue sin proponer nada, solo dejar que pasen los minutos incurriendo en algunos despistes que comienzan a ser habituales como son los balones a la espalda de la defensa que los contrarios se han aprendido.
Cambios de Jagoba para refrescar el equipo y aprovechar que juegan contra 10. La verdad que el equipo en estas circunstancias sí que ha empujado más, pero sin ideas; sólo dos disparos en todo el partido y poco más.
Difícil de hacer un resumen de lo poco que ha pasado; me quedo con el buen partido de Aridane, algunos detalles de Rubén y la disputa de todos que no se han arrugado, demostrando que los aspectos físicos en los deportes de grupo son menos importantes que los técnico-tácticos; esto ya lo apuntaban los estudiosos del futbol hace muchos años.
Menos mal que este partido era el de entrenamiento para ganar en San Mamés, si no, pasaremos cuentas.
Como resumen: 5 minutos de emoción y 90 de aburrimiento constante
¡Aúpa Osasuna! ¡A por la Copa!
