• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Políticamente incorrecto

Asirón, del lado de los matones

Por Jorge Valencia

El alcalde de Pamplona se posiciona sin remilgos del lado de los matones de Alsasua. ¿Qué pueden esperar los pamploneses y pamplonesas de su alcalde?

_La Vuelta a Navarra del pueblo de Alsasua_, en apoyo de los cocho jóvenes procesados por agredir a dos guardias civiles y sus parejas llega a Pamplona. PABLO LASAOSA 05
Joseba Asirón en la manifestación a favor de los agresores de Alsasua flanqueado por su asesor en Pamplona, Dani Saralegi, y el portavoz de Bildu en el Parlamento, Adolfo Araiz. PABLO LASAOSA

El pasado sábado tenía lugar una manifestación en Pamplona en apoyo a las personas detenidas por agredir a dos guardias civiles y sus parejas en la localidad de Alsasua hace ya algo más de un año. Los manifestantes pedían "justicia" ante "los derechos pisoteados" de los detenidos.

Es curioso, porque si algo tienen garantizado esos energúmenos es un juicio justo y unas garantías democráticas gracias a que vivimos en un Estado de Derecho. El mismo que ellos se quieren cargar. Por eso dan palizas a guardias civiles, que son los encargados de defender ese Estado democrático protegiendo en el día a día esos derechos y libertades que nos reconoce la Constitución Española.

Vamos a hablar claro. Hasta la fecha los únicos pisoteados –literalmente- han sido los guardias civiles y sus parejas durante las fiestas de Alsasua en ese bar al que decidieron entrar libremente. Los únicos "derechos pisoteados" son los de estos guardias civiles que osaron entrar en un bar a disfrutar de su libertad de movimiento desafiando a los totalitarios que creen que el territorio es de su propiedad.

Ya está bien de que nos tomemos a broma o restemos importancia a episodios violentos como los ocurridos en Alsasua. No, no fue una peleílla de bar o un simple altercado, sino una agresión de una manada de matones a cuatro ciudadanos que no hacían otra cosa que gozar de su libertad. Y lo hicieron por ser estos guardias civiles.

Porque aunque ETA ya no mata, la semilla del odio y del fascismo sigue sembrada en muchos lugares del País Vasco y Navarra. Porque creen que tienen el derecho a mandar y a imponer sus ideas (si se les puede llamar así) al resto de los ciudadanos, anulando los derechos básicos democráticos y sometiendo a todo aquel que piense diferente y se atreva a exponerlo públicamente. Sí, aquí los únicos derechos pisoteados son los de tantos y tantos ciudadanos del País Vasco y Navarra que viven sometidos o sufriendo las consecuencias de oponerse a la dictadura del nacionalismo vasco violento.

Por esto mismo, a mi juicio, la Audiencia Nacional hizo bien juzgando los hechos como delitos de terrorismo. El Código Penal considera terrorismo la comisión de cualquier delito grave contra la vida o integridad física cuando se lleva a cabo con la finalidad de provocar un estado de terror en la población o parte de ella (Artículo 573.1). Los hechos encajan perfectamente en esta tipificación.

Que no nos cuenten la milonga de que aquello fue una trifulca de discoteca. Y desde luego, si no quieren entrar en la cárcel, que empiecen por dejar de dar palizas, digo yo.  Porque, ¿creen ustedes que alguno de los que se manifestó en apoyo de los detenidos se manifestaría para condenar las agresiones o para defender los derechos que como ciudadanos españoles tienen esos guardias civiles y sus parejas? Creo que no hace falta responder...

Dicho esto, resulta repugnante, aunque para nada sorprendente, que el acalde de Pamplona fuera uno de los integrantes de la manifestación en apoyo a "los derechos pisoteados". Tampoco esto nos lo podemos tomar a broma. Lo que significa esto es que el máximo representante político en Pamplona, que se supone ha jurado o prometido la Constitución Española y defender y respetar la ley, se posiciona del lado de unos matones que van propinando palizas a quien se ponga en el camino. 

A mí desde luego no me da ninguna tranquilidad que una persona de esta calaña ostente el poder en la capital navarra, porque el que se supone ha de defender la ley, la libertad y a los ciudadanos, defiende en este caso a los delincuentes que atentan contra los ciudadanos y su libertad.

Pero tampoco esto ha de extrañarnos viniendo de un miembro de Bildu, partido que siempre ha amparado a los violentos. Por eso casi que no formularé la pregunta de si Joseba Asirón piensa dimitir.  Creo que tampoco tiene mucho sentido preguntarle a Geroa Bai y Podemos, pues ambos partidos han mostrado también su apoyo a los detenidos en Alsasua, pero ¿Qué más tiene que ocurrir para que Geroa Bai, Podemos e Izquierda-Ezkerra dejen de sostener al alcalde de Pamplona en el poder?

Y por último, ¿Van a volver los ciudadanos de Pamplona a elegir como sus representantes a quienes defienden o apoyan a los que defienden a los violentos?  Porque si nos respetamos a nosotros mismos y tenemos un poco de dignidad, Joseba Asirón no debería seguir ni un minuto más como alcalde de Pamplona.


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