• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Tribuna

La independencia del Poder Judicial

Por José Luis Díez Díaz

"El Ejecutivo adultera la independencia de los jueces cuando se permiten hacer propuestas para cambiar la conformación de los órganos jurisdiccionales calificando a los actuales y posibles candidatos de conservadores o progresistas, y fomentando sin reparo alguno, las denominadas puertas giratorias”.

Imagen de archivo del Tribunal Constitucional.
Imagen de archivo del Tribunal Constitucional.

Los recientes cambios legislativos del Código Penal, y los intentos/propuestas del Gobierno, todavía no consumados, que a través de subterfugios y torticeros caminos interpretativos de las leyes, pretenden enmendar preceptos constitucionales, obviando el procedimiento que la misma Carta Magna prescribe en su título X, han concitado críticos escritos de catedráticos, profesores y especialistas de los medios en Derecho Constitucional

Las respuesta ante esas cualificadas opiniones, por parte de representantes y miembros de partidos que conforman el Ejecutivo (profesionales de la política cuyo mérito principal es obtener puestos de salida en la lista electoral) así como de cargos del Gobierno me ofrecen motivo de elemental comentario rechazando sus argumentos siguiendo los preceptos Constitucionales.

 Afirman que ”la soberanía nacional reside en el pueblo español”  (Art. 1-2º CE) pero no terminan el texto “del que emanan los poderes del Estado. ”Uno de los tres poderes (por ahora) es el Judicial (ART. 117 ) “La Justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del Poder Judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley.

Añaden que los jueces han secuestrado al pueblo: Congreso-Senado (poder legislativo) y obvian que el Tribunal Constitucional art. 161 CE  “Tiene jurisdicción en todo el territorio español y es competente para conocer a) del recurso de inconstitucionalidad contra leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley; b) recurso de amparo por violación de los derechos y libertades referidos en el art. 53.2 de esta Constitución, en los casos y formas que la ley establezca; c) de los conflictos de competencias entre Estado y CCAA y de estas entre sí; y d) de las demás materias que le atribuyan la Constitución o las leyes orgánicas.

El Ejecutivo adultera la independencia de los jueces cuando se permiten hacer propuestas para cambiar la conformación de los órganos jurisdiccionales calificando a los actuales y posibles candidatos de conservadores o progresistas, y fomentando sin reparo alguno, las denominadas ”puertas giratorias”.

“No hay mayor tiranía que la que se ejerce al 'amparo' de la ley y en nombre de la justicia” (Montesquieu).

Así mismo vaticinan el sentido de una sentencia según la presunta composición partidista del tribunal, y hasta un ministro y el mismo presidente del Poder Ejecutivo, lamentan que un fallo se haya decantado  en un sentido debido a una mayoría  ajustada. Se contradicen pues proponen rebajar mayorías cualificadas (3/5) art.159-1º CE, cuando les convienen a sus bastardos intereses.

Que pensaran mis antiguos colegas funcionarios, secretarios de Administración Local, con la escrupulosidad que cuidaban de que los acuerdos municipales fueran adoptados válidamente con los quórum y mayorías exigidas en cada caso, a diferencia de la frivolidad y descaro que ahora se estila en ámbitos políticos tratando de conseguir forzosas unanimidades, las llamadas a la búlgara o coreana (del Norte).

Con todo respeto y consideración hacia el Poder Judicial, donde todos los miembros son profesionales de carrera y poseen experiencia acreditada para su promoción a determinados cargos, deberían rechazar de plano esos adjetivos de conservadores/progresistas.

Son profesionales cuya misión es interpretar la ley, que puede variar o enmendarse, según la evolución de la sociedad, pero no aceptar el capricho de políticos, que no actúan precisamente con independencia ni objetividad, desoyendo asesoramientos vinculantes o no.

No me imagino a ciudadanos recelando de la labor de profesionales de salud, o de un arquitecto, ingeniero, en temas técnicos de su competencias, o de un piloto o del trabajo de un avezado agricultor, o fontanero, o desconfiar de la intervención del cirujano en la camilla del quirófano, según se les considere conservadores o progresistas.

Se dice que la justicia es ciega, pero a veces es sorda y muda. Por su parte el filósofo, político y abogado Mahatma Gandhi decía que “Hay un tribunal superior a los tribunales de justicia, ese es el tribunal de conciencia” y así pienso deberían actuar todos ,en conciencia, sin tener que llegar a votaciones previsibles y agrupadas por bloques previamente calificados.

Finalizando este escrito escucho la noticia de que el Consejo General del Poder Judicial ha desatascado la renovación del Tribunal Constitucional. Por algo se empieza.


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