• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / Columnista de El País y Europa Press. Colaborador de TVG, Radio Galega y La Región.

"Puedo prometer y prometo"

Por José Luis Gómez

"Puedo prometer y prometo" es una expresión característica del expresidente Adolfo Suárez, utilizada por vez primera como candidato en las elecciones generales de junio de 1977.

Desde este sábado, también podría serlo del candidato socialista Pedro Sánchez, que la hizo suya casi 40 años después, de cara a unas elecciones que también serán en junio. Suárez la había usado en TVE, la única televisión de entonces, y Sánchez, en un mitin del PSOE.

Pero más allá de coincidencias menores, chascarrillos y anécdotas, el fondo de la cuestión revela que el candidato del PSOE parece decidido a un completo revival, que incluye usar el conocido alegato del centrista Adolfo Suárez, recuperar como lema de campaña "el cambio" -la exitosa fórmula del socialista Felipe González en 1982- y rodearse de veteranas personalidades del PSOE como el socialdemócrata catalán Josep Borrell, un brillante ministro de González.

Pueden encontrarse argumentos a favor y en contra de la reutilización de tan famoso alegato, pero lo que es evidente es que la decisión de Pedro Sánchez no pasará inadvertida. Tampoco los conceptos asociados a su "puedo prometer y prometo": decencia, diálogo y dedicación, tres valores con los que es evidente que quiere atacar de frente a Mariano Rajoy, a quien él mismo llamó indecente, no atesora mucha capacidad de diálogo con otras fuerzas políticas y tiene fama de dedicarse poco al trabajo.

Sánchez quiere ir a por el voto moderado del PP, eso que suele llamarse el voto de centro, lo cual puede tener sentido si realmente cree que el 26-J es un plebiscito sobre el conservador Rajoy. Otra cosa es que lo consiga, ya que en ese mismo empeño tropezará con Mariano Rajoy y, sobre todo, con Albert Rivera. Claro está que si se va hacia la izquierda lo tendrá todo mucho más complicado, ante la emergente alianza del comunista Alberto Garzón y el populista Pablo Iglesias. Puesto a anchear el campo desde la izquierda y la centralidad política, el PSOE elige la moderación.

Para las personas de más de 55 años, el recurso al alegato de Suárez tendrá un significado distinto del que quizá interioricen los de edades inferiores. Mientras que los primeros vivieron con intensidad el 77 y saborearon la manida expresión, se supone que los segundos saben del tema por referencias. Pero unos y otros se darán cuenta de una jugada política que, al final, será buena o mala en función del resultado, por muchos comentarios que se hagan ahora a favor y en contra.

Sí hay algo definitivo: cuando Suárez reiteró su "puedo prometer y prometo" no fue para atacar a nadie sino para ponerse en valor y, sobre todo, para lanzar sus ideas de gobierno, basadas en "medidas racionales", una Constitución de "todos", un "entendimiento social" en materia económica, una reforma fiscal basada en que pague más quien más tiene y un marco legal para institucionalizar cada región según sus propias características, todo ello con honestidad y limpieza en una España para todos. 


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"Puedo prometer y prometo"