Una nueva alerta alimentaria ha activado todas las alarmas en trece comunidades autónomas, entre ellas Navarra, tras detectarse la distribución de una serie de galletas infantiles procedentes de China que contienen alérgenos no declarados en su etiquetado.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido esta advertencia como medida de precaución para proteger a las personas con alergia o intolerancia a la leche, la soja o los sulfitos.
Los productos implicados pertenecen a la marca Bingqi Foods y han sido distribuidos en diferentes formatos y sabores. Aunque a simple vista parecen productos seguros, el análisis de las autoridades sanitarias ha revelado que en su etiqueta no se incluye información sobre la presencia de alérgenos que pueden provocar reacciones graves en determinados consumidores.
Navarra se encuentra entre las comunidades donde ya se han comercializado estas galletas, junto a Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Murcia y País Vasco. Aun así, la Aesan no descarta que hayan podido llegar a otros puntos del país por redistribuciones posteriores.
Las galletas afectadas se presentan en formatos que van desde bolsas de 45, 54 y 55 gramos hasta cajas de 50, 100, 142 y 150 gramos, con sabores variados como chocolate, coco, fresa, leche, tiramisú y queso.
También se incluyen productos con rellenos o palos de galleta que podrían contener los mismos alérgenos no señalados. A pesar de la amplia variedad de referencias, todas ellas comparten el mismo problema: la ausencia de advertencias en el etiquetado sobre ingredientes potencialmente peligrosos para personas sensibles.
La recomendación de la Aesan es clara: quienes padezcan alergia o intolerancia a alguno de los alérgenos implicados deben evitar el consumo inmediato de estos productos si los tienen en casa.
Para el resto de la población, el organismo aclara que no existe riesgo asociado al consumo, ya que la alerta se limita a evitar posibles reacciones adversas entre colectivos vulnerables.
La información se ha compartido a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), con el objetivo de garantizar la retirada de los productos de los canales de comercialización y proteger la salud pública. Esta situación pone en evidencia la importancia del control de etiquetado en productos importados y la necesidad de mantener una vigilancia constante en los puntos de venta, también en establecimientos navarros, donde algunos de estos lotes ya habrían sido distribuidos.
