Como en una película mala de serie B, los menas del Centro de Observación y Acogida de Marcilla se fugan del centro por la ventana y descolgándose con la ayuda de unas sábanas sin que nadie lo evite ni controle.
Han sido captados por una cámara en plena fuga. En el vídeo, que se reproduce al final de esta información. se observa cómo varios menores —identificables por su complexión física y edad aparente— se escapan del recinto a plena luz del día.
Durante la huida, no se observa presencia inmediata de personal del centro ni de fuerzas de seguridad que intenten detenerlos en ese momento.
Como se recordará, la localidad de marcilla vivió recientemente episodios de violencia protagonizada por los menas fugados del centro de acogida que se tradujeron en graves disturbios de madrugada en la localidad.
Según los vecinos, los menas generan en el pueblo un ambiente de inseguridad, miedo y descontrol. Lo que comenzó como una muestra de solidaridad con los menores extranjeros ha derivado en una situación insostenible, con robos, vandalismo, peleas, acoso y destrozos. Los residentes destacan que el pueblo ya no es el lugar tranquilo que era antes y advierten que sienten miedo de que sus hijas regresen solas a casa. Además, critican los ruidos y la presencia constante de sirenas policiales que alteran la tranquilidad de sus calles.
Los vecinos no dudaron entonces en señalar al Gobierno de Navarra que preside María Chivite como el responsable de no haber tomado las medidas adecuadas a tiempo. “Exigimos al Gobierno de Navarra que actúe de inmediato, sin más estudios ni intenciones. El único responsable de lo que pase será el Gobierno de Navarra si no hace nada”, decían entonces.
En un comunicado leído en una concentración celebrada en Marcilla, los vecinos aseguraban que "gracias al sistema que han creado, los menores extranjeros se sienten impunes y recorren las calles sin temor a las consecuencias" y terminaba con una clara exigencia: “Pedimos que se cierre el COA de Marcilla, y que se cierre ya”.
La respuesta del Gobierno de Chivite fue la de dispersar a algunos de los menas más conflictivos por Navarra. Algunos fueron trasladados al COA de Ilundáin, donde la primera semana ya generarobn tensión y altercados. Otros estrenaron el recién construido centro de Pamplona y ya han tenido problemas con la Policía Municipal de Pamplona.
Lo que queda claro con este video es que los menas siguen haciendo de su capa un sayo en Marcilla y que las sábanas que se pagan con los impuestos de todos los navarros no sirven sólo para taparse por la noche, sino también para fugarse del centro de acogida.
