Julia Navarro

No me extraña que el secretario de organización de los socialistas andaluces, Juan Cornejo, estallará hace un par de días ante las constantes y ofensivas declaraciones de Pedro Sánchez para con todos los socialistas que no están con él.

El ministro Portavoz del Gobierno, Méndez de Vigo, ha ofrecido a la oposición llegar a acuerdos como se llegaron durante la Transición.

Analizando el comportamiento de los líderes independentistas catalanes llego a una triste conclusión: su comportamiento es tan desleal como cobarde.

Una de las cosas que más me llaman la atención es la ira con la que se manejan muchos de los partidarios de Pedro Sánchez.

Lo que muchos creían que no iba a suceder está sucediendo y es que Donald Trump empieza a cumplir algunas de sus más controvertidas promesas electorales.

Susana Díaz está en campaña. Patxi López está en campaña. Pedro Sánchez también salta al ruedo y las cosas como son hay una gran expectación ante su regreso.

No sé por qué durante el mandato de la Administración Obama que termina este jueves 20 de enero, una de las mayores obsesiones ha sido colocar a Rusia en la lista de sus principales enemigos.

Saben, me han impresionado algunas de las cosas que dijo Javier Fernández ante el comité federal del PSOE.

Hay cifras que estremecen como que el 40% de los españoles no leen. No diré que me sorprende pero sí que me escandaliza.

¿Tanto les cuesta decir que lo sienten? ¿Tanto les cuesta reconocer que podían haber hecho las cosas mejor? ¿Tanto les cuesta admitir que cometieron errores?

No sé de quién ha sido la idea de abrir una nueva sede del PSOE a pocos metros de la oficial, pero en mi opinión sus promotores sobre todo lo que parecen tener ganas es de fastidiar a su propio partido.

La Unión Europea es un gran invento que hay que preservar. La pregunta es si los actuales dirigentes políticos y los euroburócratas van a ser capaces de hacerlo.