La nueva temporada editorial en clave local transita más por la ficción convencional que por la novela literaria y nos deja algunas perlas
La nueva temporada editorial en clave local transita más por la ficción convencional que por la novela literaria y nos deja algunas perlas
De un tiempo a esta parte, Navarra cuenta con escritores. Antes los había, pero se ocultaban como los homosexuales en las postrimerías del franquismo, no sea que se les aplicara la ley de Vagos y Maleantes. Por fortuna, han salido del cajón. Compremos sus libros. Hablemos de ellos. Leámoslos. ¿Por dónde empezar? Pues por este artículo, con algunas pistas de las novedades que se encontrarán en librerías como Walden, Deborahlibros, Katakrak, Elkar, Gómez, Ínsula, Auzolan, Troa y otras que me vienen a la mente.
Uno de los que más fuerza llega a la ‘rentrée’ foral es Patxi Irurzun, recién fichado por un potente grupo editorial como HarperCollins (propiedad del magnate Rupert Murdoch, nada menos) con su ‘Los dueños del viento’ ya a la venta. Una novela de piratas de los de calavera y pata de palo en la que ha estado inmerso diez años y que nació por esa fascinación de lector precoz por los universos de Salgari o Julio Verne. También por un elemento curioso: ¿qué música escuchaban los piratas? Un escritor es alguien que se guía por sus propios asombros y que quiere ir más lejos en ese entusiasmo. De ahí ‘Los dueños del viento’, uno de esos libros escritos desde el amor que rara vez suelen decepcionar y que supone la entrada de Irurzun en la liga de los que pueden petar la lista de los más vendidos. Suerte.
Otro libro que, por el tema, podría venderse como churros de la Mañueta en San Fermín es ‘Fantasías absurdas’, de Idoia Saralegui. Si Irurzun puede convertirse en nuestro Pérez-Reverte particular, Saralegui apunta maneras para ocupar la plaza de la E. L. James de ‘Cincuenta sombras de Grey’. Aunque quizá sería más ajustado relacionarla con el Daniel Glattauer de ‘Contra el viento del norte’ o ‘Cada siete olas’, novelas en que las mensajes privados por internet configuran la trama.
En este caso, WhatsApp, herramienta capaz de transmitir «mensajes cortos y emociones largas», como se dice en el booktrailer del libro, con actrices de la talla de Belén Rueda. Una narración de alto voltaje que bien podría casar con un libro de temática parecida, publicado la pasada primavera por otra autora navarra, Julia Montejo, y ‘Los abrazos oscuros’ (Lumen). A la venta en papel a partir del 15 de octubre.
DEL 'NOIR' A LA REFLEXIÓN MÁS HONDA
El hiperactivo Carlos Bassas también estará presente en las librerías a partir de noviembre, con la nueva entrega de la saga de su inspector Corominas, que lleva por título ‘Mal trago’, también ambientada en la ciudad imaginaria de Ofidia.
Organizador del festival ‘noir’ Pamplona Negra, Bassas se consolida en el género (en 2018 aparecerá la cuarta), pero no descuida su otra pasión, el mundo samurái y la saga de Aki, que avanza pareja a las entregas de Corominas. Por seguir con las (odiosas) comparaciones, tenemos en Carlos Bassas un potencial Vázquez Montalbán, que además es capaz de desdoblarse hacia el mundo nipón, escribir haikus y manejar la katana mejor que un ninja.
Premio Príncipe de Viana de la Cultura 2015, Ramón de Andrés (Pamplona, 1955) es autor de una obra de hechuras filosóficas por no decir místicas, con libros de gran ambición espiritual como ‘No sufrir compañía’, dedicado al cultivo del silencio en el pasado y publicado en el selecto sello barcelonés Acantilado. El 11 de octubre llega a las librerías ‘Pensar y no caer’, también en Acantilado, un conjunto de diez ensayos o pequeñas reflexiones sobre asuntos diversos, como la relación entre humanos y animales, las quimeras de ayer y hoy, la muerte, la nada o la exclusión. Una perla.
Desde Pamiela, nos adelantan algunas de sus novedades más interesantes para los próximos meses. Como ‘Razones segadas’, del profesor de la UPNA y ensayista, habitual articulista en prensa nacional, Jorge Urdánoz Ganuza. O ‘A la literatura por la escritura’, del mordaz pero no menos lúcido Víctor Moreno, autor de incisivos ensayos como ‘¿Qué hacemos con Baroja?’. Y dos apuntes más: un libro dedicado al filósofo navarro Juan David García Bacca, dentro de la serie ‘¿Qué sabemos de…’ y un poemario Maite Pérez Larumbe de sugerente título: ‘Reinos inferiores’.
PARA TENER EN CUENTA
Atentos al proyecto que se trae entre manos Iñaki Arbilla. Si bien se inserta en el campo de la autopublicación, prevista para el 21 de diciembre, no deja de ser interesante el afán de un escritor por llevar al mejor puerto posible su historia. En este caso, un texto escrito de manera casi torrencial hace quince años, que el autor escondió entonces en un cajón para recuperar más tarde.
Se trata de ‘Sólo María’, la historia de una mujer asediada desde su nacimiento por su padre, su marido y su hijo. «Quería contar -contarme, contarnos- qué hemos hecho durante los últimos tiempos para que nuestros problemas, en este caso la violencia contra las mujeres, se enquisten y no encuentren solución», explica Arbilla, abierto claro está a que su proyecto sea del interés del sector editorial convencional.
Como también debemos seguir la pista a Javier Serena que, tras su exquisito ‘Atila’, ha compuesto unas páginas de alto voltaje literario (doy fe) en ‘La llama’, que se publicará muy probablemente el año próximo. La lucha por ser fiel a la vocación, a los impulsos más puros, lejos de las convenciones, las autoridades y el apego a un sentir auténtico, vivo, flameante, son algunos de los mimbres de este texto que sin duda es otra perla por venir.
Y en el apartado de novela histórica, siempre con ese particular tratamiento iconoclasta de Mikel Zuza, una biografía/reivindicación sobre el mismísimo Príncipe de Viana. «Un atractivo personaje sobre el que pesa la imagen de ser el ‘loser’ más emblemático de nuestra historia’, aunque yo no esté muy de acuerdo con esa percepción», señala Zuza. Si no hay cambio de última hora, se publicará en Pamiela el año que viene.
Tan sólo algunas propuestas dentro de la cada vez más fértil producción literaria navarra. Que las disfruten.