El 15M acabó finiquitado del todo con el reciente corte de pelo de Pablo Iglesias, pero nos enseñó que hubo más gente de la que pensábamos capaz de abrazar causas nobles.
Basta una foto de este enigmático personaje de la Pamplona de los ochenta para rescatar los más bellos recuerdos de una ciudad posible, imaginada, y que la actualidad se aparte
La proliferación mediática de este añejo dulce sorprendería a cualquier gurú del pasado: su adoración contemporánea se puede leer como reflejo de una sociedad en busca de apegos.
EH Bildu se empeña en frenar el avance hacia la convivencia en la sociedad vasca y navarra, con una connivencia con el terrorismo que a la larga le debilitará.
Nunca imaginamos que generaríamos tal resistencia ante una adversidad de este tipo. Pasado un año desde que cambiara todo, no sabemos si somos mejores o peores, pero desde luego diferentes.
Vuelve a la palestra literaria ‘Eugenio o proclamación de la primavera’, que el escritor pamplonés Rafael García Serrano escribió en plena guerra y que evidencia sin quererlo los instintos violentos de este movimiento
Este febrero se publica ‘Kúbrera-Voronya’, un relato sobre ese alpinismo al revés que es la espeleología y que nos ofrece paralelismos con la realidad en la superficie.
La indiferencia es elegante, cómoda, incluso, pero revela también cierta pusilanimidad identitaria. Ignacio Peyró suelta unos cuantos dardos antinavarros y no sé si ponerme en plan ofendidito foral o darle la razón.
A una semana del Blue Monday, en plena cuesta de enero, dentro de esta nueva-nueva normalidad que ha traído Filomena y con los vecinos dando por saco con sus vallenatos, nos queda el taoísmo y la esperanza de un futuro mejor.
La exposición ‘La vida posible’, en memoria del político asesinado y que se puede ver todavía en Madrid, genera un lamento áspero: el de otro País Vasco posible que murió con él.
La lamentable polémica del Olentzero de Leioa me reafirma en una idea tan poco grata como veraz: la normalización del euskera en la sociedad vasca y navarra es una utopía
Como defiende Miguel Ángel Hernández en su ensayo reciente, ese descanso acotado no sólo aumenta la productividad, sino que es un momento de reconciliación con nosotros mismos. ¡Durmamos sin mala conciencia!
Se nos llena la boca con las bondades de la educación pública, mientras se sigue matriculando, con la boca pequeña pero en masa, en centros concertados.
Una conversación con una vecina cualquiera ilustra más sobre la situación de sostenida angustia y falta de horizontes que ha traído la pandemia que muchos telediarios
Natxo Leuza estrena un documental sobre su figura, de gran factura audiovisual, que no esquiva elementos políticos, en una ocasión desaprovechada de lanzar un mensaje de concordia
Entre el aspecto fantasmal que deja el confinamiento interino y que con el calor sus habitantes huyen, un paseo por ciudades como Valencia tiene algo de visita a Comala.
El mapa político vasco se arremolina entre la derecha tradicionalista y el nacionalismo abertzale, en un clima político preocupante en que las alternativas a este pesado menú no acaban de seducir
Tiendas históricas del viejo Pamplona, como Torrens o Atáun, echan el cierre, no sin clavarnos antes una espinita en el corazón de nuestra memoria más profunda
El pasado domingo se reunieron en la Puerta del Sol cientos de ‘manifestontos’. Sin minusvalorar la vida de Floyd, parecieron olvidarse de otras vidas aún en riesgo
Pío Caro-Baroja dedica un hermoso, rico y sutil cuaderno de duelo a su padre, quien mejor encarnó, según él, el espíritu de esta familia siempre inquieta y creativa
Quizá sobrevaloramos esa supuesta felicidad anterior que no hacía sino estancarnos más en un escenario de abrazos y sonrisas obligadas vendido como la nueva jauja.
El día de la salida oficial de los niños a la calle nos ofreció una inesperada revelación: quienes necesitan más medidas para aliviar el estrés confinado son los papás.
El estado de alarma cayó sobre nosotros como el ámbar sobre el mosquito del jurásico. Y en esa quietud institucionalizada algunos salimos mejor parados que otros.
La serie de ‘La línea invisible’ reconstruye los primeros años de la banda terrorista e ilustra el cacao ideológico fundacional que derivó en esa aberración que duró medio siglo (y aún colea)
Estos tiempos señalados y delicados de la historia ponen de manifestó lo que somos. Nuestras virtudes y defectos. Qué fácil es hacer el ridículo cuando menos toca.
Concentrados en homenajear a quienes más se dejan la piel en los días de pandemia y en las propias víctimas, nos olvidamos de esa parte de la población también vulnerable a su manera
Llama la atención lo exquisito que es cierto entorno etarroide con detalles inanes dentro de la corrección política: nadie diría que llevan casi mil muertos a sus espaldas.
Se ha analizado mucho el origen del partido de Abascal por los conflictos en Cataluña o por la irrupción del nacionalismo español pero no tanto por el desencanto económico.
El colectivo más vulnerable y maltratado de la clase trabajadora lleva años de rodillas, pero empieza a estar harto. La manifestación del pasado domingo en Madrid debería abrir una nueva etapa de exigencias
Algo huele a podrido en Iruña-Veleia, con hasta 476 vestigios supuestamente más tuneados que aquel ecce homo de Borja, en una metáfora bien triste de la manipulación política vasquista
Sueño con un mundo en que la lacra terrorista que padecimos quede tan lejana como la primera guerra carlista. Por desgracia, no bastará con el mero paso del tiempo para que ello suceda.
Con la resaca navideña aún en pleno proceso de gestión y digestión, hay que ser muy jaranero, muy suicida o querer mucho a tu ciudad para celebrar una fiesta como la tamborrada en pleno enero.
Un observación atenta y sobria, desde una posición de privilegio, arroja nuevas perspectivas sobre esta tradición tan dinámica como congelada en el tiempo.