- miércoles, 04 de diciembre de 2024
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La tercera jornada de competición nos dejó un sabor de boca similar a los dos anteriores. Buen juego, ritmo impuesto muy fuerte, igualdad en el tanteador, méritos para cuando menos puntuar, pero al final derrota que tira por tierra todo el esfuerzo dedicado.
El pronóstico no era favorable para los navarros, teniendo en cuenta que el Granollers está en Europa. Pero con el juego que despliega el siete anaitasunista todo hacía pensar en un marcador bastante ajustado.
El equipo catalán tuvo que esforzarse para detener el vendaval de juego empleado por el rival. Lo hizo y supo mantener las cortas diferencias y empates repetidos en el marcador.
El partido estuvo muy nivelado. Sólo en los 4 minutos finales el Granollers rompió la lata. De un 24-22, a pesar del tiempo muerto pedido por Quique Domínguez, se pasó al 27-23 que sentenciaba el choque.
El balance defensivo de ambos equipos estuvo realmente alto. Además los dos guardametas, Guàrdia y Bar fueron claves a lo largo de los 60 minutos con brillantes paradas.
En el hacer atacante Pol Valera con 10 goles y el Salinas en el pivote fueron los jugadores más destacados por los locales. En el siete navarro Izquierdo con 6 tantos y el buen juego desplegado por Juan del Arco sería lo más destacado.
Tres jornadas y tres derrotas. Es cierto que las dos primeras fueron por la mínima diferencia. Eran rivales de más potencial que el Anaita. Esta tercera ha sido por 4 tantos de ventaja , quizás inmerecido, pero lo cierto es que hasta la fecha de 6 puntos en juego el casillero queda con 0 puntos.
Es pronto para hacer saltar las alarmas, pero un punto de reflexión sobre qué es lo que falla al final no estaría de más.
Ahora es una necesidad ganar el próximo partido. El rival, Torrelavega, llega con cero puntos, aunque con un partido menos. Vamos a esperar que no pase como hasta ahora, que somos capaces de cruzar el rio pero llegamos a la orilla y nos ahogamos.