Anselm, Reginette, Margarita y Judith fueron asesinadas el pasado viernes por la mañana.
- miércoles, 04 de diciembre de 2024
- Actualizado 09:22
Anselm, Reginette, Margarita y Judith fueron asesinadas el pasado viernes por la mañana.
El viernes 4 de marzo, estas cuatro mujeres fueron asesinadas junto a doce personas que trabajaban en un albergue, para ancianas y discapacitadas abandonadas, en la ciudad de Adem, en Yemen.
En algunos medios de comunicación ha sido noticia la queja del Papa, por la “indiferencia” de la prensa. Esta es una de esas situaciones en las que se difunde la polémica pero no se difunden los hechos.
Y habrá sido y será objeto de opinión tanto la queja como algunas divagaciones sobre los hechos: la persecución religiosa, lo injusto de los asesinatos, los paralelismos con otras realidades de la Iglesia…
En esta sociedad de la hiperinformación, los medios ofrecen noticias, incluso en directo, del rescate de una persona en China, atorada en unos barrotes; o una persecución policial en cualquier lugar de USA. Todo lo que ocurre en el mundo es noticia. O eso parece. Pero, ¿para qué es noticia?
Y opinamos. Opinamos de todo y por todos. Horas y horas dedicadas a la opinión y a la divagación. De hecho, no callamos. De hecho, no dejamos escuchar.
Anselm, Reginette, Margarita y Judith son víctimas silenciadas. Cuatro misioneras de la caridad, la orden que fundó Teresa de Calculta, que fueron asesinadas “con los delantales puestos” porque era el momento del desayuno en el albergue.
Al parecer murieron como rezaban: “Señor, enséñame (…) a dar y no calcular el coste (…) a trabajar sin esperar otra recompensa que cumplir tu voluntad”.
Quien tenga interés que indague, que averigüe y que descubra. Porque nadie se lo acercará a su pantalla.
Y el resto (la inmensa mayoría) pasemos a la siguiente noticia.