- viernes, 24 de enero de 2025
- Actualizado 07:59
6 de diciembre. Día de la Constitución española. Hoy, todo el aberchandalato que vive como Dios gracias a esa Constitución española, cobra una pasta gansa y te la cobran a ti, currito, en forma de impuestos que luego no se traducen en mejores servicios, dicen que no tiene nada que celebrar.
No se conoce a ni uno que renuncie al sueldo españolista. Para el tema de los dineros no hay nacionalismo ni nacionalidades, ahí todo ellos de cabeza a por el botín del pueblo. Los privilegiados disparando a los currelas. Esta semana una de las pobres exiliadas lazis, que se asentó en Suiza, dice que se queda ahí, que no vuelve, que en Suiza se vive mejor que en Barcelona y que le vayan dando a todo, y a todos... sus fieles.
Hoy, 6 de diciembre, a trabajar tampoco habrá ido ninguno de esos políticos que quieren derribar el sistema. Que una cosa es no sentirse español, insultar a todo lo español, y otra hacer el primo tirando el invento del que viven entre lujos. Ya te lo digo yo.
Hace unos días estuve currando por Madrid, cosas de la farándula. El último día comimos al lado del Congreso y a la salida, con el chispazo de los chupitos de licor café, celebrando que todo había ido estupendo, mis compañeros, y compañeras, se pusieron a hacer el tonto con los leones.
Una estaba empeñada en subirse encima de la chepa de las esculturas, para que le tomara una foto, pero el madero que custodiaba aquello se lo impidió. No se nos puede sacar del pueblo.
El caso es que en el momento de más risas, apareció por delante una tipa en chandal y zapatillas que resultó ser ser diputada de la provincia de varios de ellos. Para qué queremos más... venga usted aquí, doña tal, sáquese una foto con el pueblo.
-¿Qué hace usted por aquí, en estos días de puente?
-He venido a votar y ya me iba, que tengo vuelo dentro de una hora.
-¿No se va a quedar a celebrar la Constitución, (por la que cobra un sueldazo y puede ir en chandal a la oficina)? El paréntesis lo pensamos todos pero nadie lo dijo.
-Me voy a la playa.
En el me voy a la playa no hubo paréntesis. Y se marchó dejándonos con el eco de su risa, una risa de menudos pardillos sois, amplia, privilegiada, impune, que se me ha quedado dentro, dando vueltas, desde entonces. Qué huevazos tienen.
-¿Y esta? Le pregunté a una de mis compañeras.
-Progresista- apostillado con un: no ha dejado de progresar ni uno de los días desde que está en política. Ya sabes cómo funciona esto. En cuanto descubren esta ciudad, sobre todo a los que más la odiaban, mira Rufián, que no quiere irse de aquí ni con agua hirviendo, se les pone el símbolo del dólar en los ojos.
La dura vida del diputado anónimo de provincias, que va a Madrid como quien se va de Erasmus pero no un curso sino cuatro, y con sueldazo. Si están liados con une de elles, tiemblen, que lo de en política se hacen extraños compañeros de cama no es una expresión figurada sino literal. Y eso es todo.