Molaban más, para qué engañarnos, los veranos en los que no pasaba nada y los únicos túneles de los que hablábamos eran los que hacíamos con la arena a orillas del mar. Todo nos ha robado el aberchandalato de Txibite, hasta las inocentes obras públicas infantiles cuyo sobrecoste era un helado. «Te compro un helado si consigues que no se te venga abajo la estructura», te decían tus padres para tenerte un rato entretenido, y no millones y millones de euros que pagamos entre todos en Velate.
Qué maravilla son los sobrecostes. Te adjudico por precio más bajo a ti, que eres amigo, el túnel de Velate, la tala de ese kilómetro de árboles en Beloso para montar una autopista de asfalto para insolidarios vehículos de dos ruedas monopersonales —¡id andando, zánganos, como vamos los demás!—, o lo que sea menester.
Luego ya lo inflaremos con sobrecostes para que todos nos quedemos contentos. Win- win, ganamos todoak. Show me the money —en euskera, Gora Euskadi Askatuta—, que gritaba Tom Cruise en Jerry Maguire.
El cachondo, hondo, hondo… como los vinos de Artajona, jona, jona de Remírez, el vicepresidente con Txibite que se fue al Senado a seguir mamando dinero público, nos explicaba esta semana que nos quejábamos de vicio. La obra era necesaria, qué más da que fuera irregular su adjudicación al compañero socialista Cerdán con su empresa fantasma aberchándal. Lo importante es que había que hacerla y la estaban haciendo; lo de robar de ella es solo un gaje del oficio socialista.
Aún querrá que le demos las gracias porque roban de lo que hay que hacer y no se inventan cosas raras como los 12 millones de euros del eskara-la-kakatua-bidea, que nadie sabe realmente qué es, pero nos cuesta a los navarros una pasta gansa y kakatua.
Luego, que no hay camas UCI en Tudela. De cinco —¡guau, el Servicio Navarro de Salud de Txibite no es capaz de mantener cinco míseras camas abiertas en el hospital de referencia de la Ribera!—, te las bajan el PSOE y sus progresistas en verano a tres. Tres putas camas UCI, eso es lo que le importa al aberchandalato de Txibite la salud de los riberos: una mierdoak pintxada en un paloak.
Anda y pínchame una vena, hot-era, que no sangro porque la Hacienda Foral se lo ha llevado todo. ¿Y para qué son tus impuestos? Porque para educación no son, si no es en euskera que nadie habla, ni para sanidad, visto lo visto en Tudela con el cierre del 40 % de las camas de la UCI. ¿Para qué son? ¿Para Santos Cerdán? Serán, y para la pareja, ja, ja… de Coronalzorriz, vía trabajos varios en Servinabar, que no ha dejado nada —no ha dimitido, vamos—, solo se ha escondido en el Parlamento de Navarra a seguir cobrando, dándose la manica con Txibite.
Hoy, sin que sirva de precedente, en vez de con Robert De Niro en Casino, acabaremos con Robert De Niro en El cabo del miedo: «Sal, Coronalzorrita, quiero verte la colita…». Bueno, y eso es todo también, que si no me siento como en pelotas.