Vamos a descojonarnos un día más, que yo como Scaramouche, nací con el don de la risa y también con la sensación de que el mundo se había vuelto loco. Contemos cosicas del aberchandalato, que cada día nos dejan una perla nueva.
Que los aberchándales profesan la fe de una ideología violenta y tiránica ya se sabía. Se han pegado 50 años matando a los que no pensaban como ellos para llegar al poder y ahora que ya han llegado no matan porque no lo necesitan. Punto. Esa es toda la catarsis que han hecho después de medio siglo de desangrar una sociedad. Gracias PSOE por ponérselo tan a huevo haciéndolos vuestros socios.
La violencia sigue ahí, violencia política, violencia machista, violencia sexual, violencia con el apellido que quieran, como epicentro de sus ideas y no pierden oportunidad de demostrarlo cada vez que pueden. Ahora en Tafalla, premiando los aberchándales que tienen el poder municipal al grupo de la canción que pide en su letra el asesinato y el manoseo de la alcaldesa de Estella, contratándolo para las fiestas. Lo de siempre.
Nadie a estas alturas podrá decir que no podía saberse. Antes premiaron con conciertos regados de dinero público en Irroña a la que quería abofetear a Barcina, que en un alarde de creatividad, también le llamaba puta. O como este año en Sanfermines al Drogas para que les volviera a cantar su No hay tregua y así los fieles aberchándales pudieran corear el Eta, Eta y Eta de rigor.
Curiosamente nunca ha incomodado, yo jamás le he leído declaración contra ese uso que hacen apostillando su obra, al cansalmas hortelano del chantre… siempre pelillos a la mar, que es el morir de Jorge Manrique.
Tics, violentos, machistas contra las mujeres navarras que no comparten su euskocredo abercháandal.
Me voy a entretener un poco en esto del Drogas, ahora erigido en santón sociocultural de chichinabo, pero no por él, que el abuelete ese, yo también tengo contradicciones, me cae hasta simpático, sino por paradigmático en ese mundo aberchándal.
Últimamente les ha dado por la guerra civil de nuestros bisabuelos, única violencia que les interesa. Un poco como cortina de humo del olor a pólvora actual, reciente, contemporánea, que sale de sus traseros, para no tener que mirarse dentro y darse muchas explicaciones a su historia personal de sangre y destrucción y, sobre todo, ahora que son padres y abuelos, a las preguntas de sus propios hijos y nietos. ¿Aita, por qué nos manifestamos a favor de los que amputaron las piernas de aquella niña de Madrid? Calla, niño y habla de los requetés.
Se ponen a desbarrar contra los que ganaron la guerra civil… pero poquito, hasta un determinado año, que luego son esos vencedores de dónde sale su puta turra presente.
¿De dónde surge el Olentzero actual como euskopapá Noel, quién lo promueve? La iglesia navarra en los años 50, ojo… cincuenta, que fue un empeño de los frailes capuchinos. ¿De dónde brota todo el rollo de las ikastolas?, del régimen de Franco, subsección tradicionalismo, esos a los que llaman asesinos y les deben la traída de su turra. ¿O tenemos que recordar la recogida de cable de los aberchándales cuando Barcina concedió la medalla de Navarra a aquel alcalde franquista, y pusieron el grito en el cielo la batasunada por ello, maldito facha, hasta que alguien de los suyos les dijo, hostia, que este es el impulsor de la ikastola donde impartía doctrina hasta el alikate Asirón? Hay que joderse con los antisistema. En cuanto rascas tan pegados al sistema. Siempre. Y a su presupuesto, que no se despegan de los dineros públicos ni con agua hirviendo.
Salen del régimen y aún se creen antisistema. Son más falsos que un billete de 7 euros con la ikurriña. Antisistema somos los frikis amos de casa sociópatas como yo, que nunca hemos sacado ni una mierda de este bebedero de patos político, económico y social, y que a lo único que nos dedicamos es a ver cómo las lentejas hacen chupchupchup en la cazuela de nuestra cocina.
Mientras todo el sistema aberchándal se forra de dinero público concierto viene, concierto va, nosotros somos los nuevos punkarras, los que estamos hasta la polla del sistema que nos ha empobrecido, que solo quiere de nosotros nuestros impuestos, sin darnos ni migajas. Abajo el aberchandalato. Arriba la anarquía y cerveza fría. Y eso es todo.
