- viernes, 13 de diciembre de 2024
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Mientras Asirón estaba por Bilbao haciéndose fotos con el etarra Otegi en un partido de fútbol de solteros vascos contra vascos casados (en un partido además, para mayor descojono, donde la mitad de los vascos pitó el himno vasco propuesto por la otra mitad de los vascos. Son un pueblo tan milenario que aún andan entre ellos a hostias, en el 2024, discutiendo qué es lo vasco y cómo simbolizarlo) nos enteramos de que un anciano en un apartamento tutelado por el ayuntamiento de Irroña del que es alikate, ha sido encontrado muerto porque los vecinos denunciaron que salían gusanos de dentro del piso. De dentro del piso porque el cadáver llevaba semanas descomponiéndose y siendo comido por esos gusanos que ya se habían desbordado.
Telita con la escena gore y su olor nauseabundo, en un apartamento, recordemos, tutelado, recordemos también, por el ayuntamiento de Irroña liderado por el partido de la Eta, ese al que el Psoe le regaló la alcaldía para que nos librara de las malditas garras del capitalismo y de España y del navarrismo y, llegado el caso, de los marcianos haciendo de los servicios públicos, como el apartamento tutelado por ellos, el colmo de la eficiencia y tal y Pascual.
Pero la realidad, vaya por Juangoikoa (sic), nadie podía sospecharlo, es aterradoraramente diferente. Y descorazonadora, porque lo que te señala todo este episodio para echar la pota es que la política, en realidad, al ciudadano, al pringado ciudadano que paga impuestos, no le sirve para nada práctico. Puedes morir en un apartamento del ayuntamiento, que decía que iba a cuidar de ti, sin que nadie repare en que hace semanas que no apareces por ningún lado.
Espero que al menos, el concejal de asuntos sociales, el inútil de Txema Mauleón, ese mamador perpetuo de sueldo público, le rece un responso laico, en euskera, claro, al pobre abuelo del que se tenia que haber hecho cargo en vida para que no le acusen de no hacer nada. Hemos rezado un responso laico e inclusivo, incluso respetuoso con el medio ambiente y contrario a las políticas neoliberales, en perfecto euskera baturra, dirá el ricitos de oro negro.
En fin, ahora son todo vamos a estudiar, vamos a aplicar, vamos a cambiar... mucho mover papeles sobre la mesa y bufar contrariado, para disimular, que les importa una mierda la gente y sus problemas. A Asirón en tres meses ya se le han muerto un mendigo y un anciano. ¿Pasa algo? Nada, la culpa la derecha o el cambio climático. Y tuya, facha, por señalarlo, que lo mejor es callarse y sepultarlo en silencio porque hablar de ello es, dirán como justificación por todas las redes sociales, hacer un uso político de blablablá...
La izquierda llega al poder para dar pienso público a los suyos, regar de subvenciones sus chiringuitos mientras nos dicen que hay que salvar las focas del ártico y crear un mundo más justo, que es justo lo que no hacen. Con los 6000€ que se gastó Asirón como alikate de Irroña de dinero público, para sacarse fotos diez minutos en esa carrera privada a favor de los presos etarras, la bandera vasca y su idioma ideológico de diferenciación, que nunca de comunicación, podría haber contratado a alguien que hubiera tocado en la puerta del anciano. Pero hay que seguir estudiando y tal porque es de una dificultad extrema cambiar los protocolos. Sí, complejísimo de aplicar, ya nos hacemos cargo, como mínimo necesitamos a un ingeniere con e: Toc, toc... ¿Está usted bien? Y eso es todo.