Pues nada, es lo que hay, Sánchez es indestructible. Era de esperar pero no se quería ver. Un tipo al que le echan de su partido y vuelve por fuera, una vez que le han expulsado y no tiene ni despacho dentro, dando vueltas de sede en sede con un coche viejo y humeante conducido por un friki como Santos Cerdán, no podía despeñarse ahora que tenía todos los resortes de poder, es decir, el dinero. Sánchez ha decapitado a todos sus barones y ya solo está él de rey Sol en el PSOE.
Han parado el fascismo, dicen, pero poquito, que en España el fascismo antisistema no está en Vox, que eso es una cueva de abogados del estado, es decir, más sistema es imposible. El fascismo en España está en el nacionalismo de camiseta contra España, putos españoles, y el lunes a la fábrica a callar por mi país, que es mi tierra prometida que no termina de llegar y sacarme de esta vida de pringado que llevo.
Por eso aquí la ultraderecha xenófoba no despega jamás, porque ya viene despegada de casa hace décadas pero con otro nombre, desde otro lado. Esa pulsión racista barra xenófoba que en Europa la colma la ultraderecha aquí la colma el nacionalismo. Y todos contentos.
Pero vayamos al lío, que la final esto es folclore de gradas y cánticos de aficiones, que es muy necesario pero por si solo no mete goles, los goles se meten abajo en el césped. Es decir, las cosas de comer son otras. Y eso en el PSOE lo saben muy bien, por eso no se hunden nunca. Lo demolerán antes todo que hundirse ellos. El PSOE opera no en el corto plazo, sino en el cortísimo. El sanchismo es presente puro y contra eso no hay futuro que pueda oponerse.
En realidad se ha votado como siempre, con el bolsillo. Cada persona vota por sus propios intereses económicos, aunque luego te digan que Perro Xanxe es un cabrón con pintas, que aunque parece incompatible, no lo es. Una cosa es la intimidad con tu cuenta corriente y otra la conversación en el bar.
Dejando a un lado a la secta nacionalista, esa religión política de chalados fascistas, hace tiempo que dejó de haber izquierda y derecha, incluso clases sociales en España. La sociedad ya no se articula así. La sociedad está articulada en grupos de privilegio, si consigues privilegiar a más votantes entonces triunfas en las elecciones, que es lo que ha hecho el PSOE: han ganado con los votos de la gente a la que le pagan el sueldo: funcionarios y jubilados; que son más que la gente de donde salen esos sueldos: trabajadores privados y autónomos.
Si a eso le sumas que los jóvenes votan contra sus intereses económicos -aún no se enteran de nada- porque creen en ideales y votan con el sentimiento, para salvar focas y esas cosas, pues ya estaría. Es decir, creen en el amor... ya les romperán el corazón, tranquilos, ya se curarán con la edad, cuando sea tarde. Sánchez ha cimentado su victoria en una hipoteca demencial sobre las costillas de esos jóvenes que ya no aspiran a tener nada, sólo a pagarla, que alguien tiene que hacerse cargo de ella, y los jóvenes que no consigan que el estado les pague el sueldo cuando sean maduritos, tendrán que hacerse cargo de ella, claro, pero eso cuando tienes 18-20...25 años no importa. Con esa edad crees que estás en el mundo para cambiarlo, no para vivir en él lo más cómodamente posible.
El boomer que sabe que ande yo hoy caliente ríase la gente, vota psoe y agarra el dinero que Sánchez le ha regalado y que le den a todo, que el futuro no existe y menos para ellos. Es decir, si hoy me puedo seguir metiendo una pensión dos veces al año de 6000€ al mes y el resto a 3000€ la mensualidad máxima, qué más me da que no sea sostenible a medio plazo el sistema.
Y lo mismo para los funcionarios, claro, que a peor no han ido como grupo de privilegio con Sánchez. Tras la pandemia ya no tienen que soportar ni las colas de ciudadanos. Ahora todo por cita previa, cuatro a la hora y a vivir. A ver si nos pone además la izquierda sanchista la jornada de cuatro días y a seguir votándoles en masa, aunque nos cisquemos luego en él con los amigos.
Lo demás, pues lo dicho, folclore deportivo con el que lo pasamos bien unos cuantos que tenemos mucho tiempo libre y alguna red social. Y eso es todo.