- lunes, 20 de enero de 2025
- Actualizado 07:32
Déjate de monsergas. Que no te engañen. Vuelve la observación como fuente de conocimiento. La base de la ciencia es observar. Sin observación solo hay creencias, que no es la madre de la ciencia, precisamente.
Te pones un café, miras por la ventana, con la vista hacia el horizonte, posando para la microhistoria y anotas. Siempre hay que anotar, que luego te dicen que hace dos días no pasó lo que realmente pasó. Diario de abordo. Diciembre del año del señor de 2024. Dos puntos.
Desde que hay cambio climático, las estaciones se suceden con una precisión de relojero. Tictac, final de otoño y nos cae la mundial en forma de lluvias, tictac, y comienzan a asomar el hocico los fríos invernales. Requetetic, requetetac.
San Cristóbal amanece espolvoreado de azúcar glass socialista. Con un poco de suerte tendremos una blanca Navidad, como la de los villancicos negacionistas de la emergencia climática. Oh, blanca Navidad es facha no tanto por navideña sino por lo de blanca, como si no nos estuviéramos jugando el planeta con ese calentamiento que lo derrite todo. Hoy, cero grados de asfixiante calor. Y el que lo niegue y salga con bufanda, facha. Pocas bicis se verán hoy, temen todos los ciclistas ideológicos morir por una insolación. Como todos los días, que cualquier excusa es buena para no ver tres bicis y media por las calles de Irroña.
La Navidad molesta pero de otra manera. Desde que el Papa ha envuelto al niño Dios en el Belén del Vaticano con la mandarra de los que asesinaron a bebés en sus cunas y los secuestraron en oscuros túneles, los rojos le han alabado el gesto. Le seguirán destruyendo la iglesia igual pero ya con otro talante: me duele a mí más que a ti darle fuego a tu templo. Nadie del gobierno de España se presentó en la reapertura de Notre Dame, que a la iglesia, ni agua, por si quedaba alguna duda de que a un rojo se le puede apaciguar.
Lo de abrazarse a los asesinos no funcionó en el País Vasco, que la iglesia católica pasó de pilar de una sociedad a ser, más que un actor secundario, un actor irrelevante, tampoco funcionará a nivel mundial, pese a los intentos del jesuita del Goyerri argentino de repetir la jugada maestra.
Lo que yo ya no entiendo, será mi ateísmo, es qué pintan los católicos en el actual catolicismo de Bergoglio. Y qué pinta la derecha intensita haciendo bandera acrítica de una religión que los ha expulsado por la vía de los hechos ideológicos. El Papa y el padre Ángel, ese que se hace fotografiar entre Sánchez y su imputada esposa en los congresos de becerros de oro rojo del PSOE, no son los versos sueltos, son la doctrina. Pero bueno, ellos sabrán, que son sus cosas, no las mías.
Incongruencias, en cualquier caso, como las de ese vídeo del Baluarte que se puso a rular por las redes, ayer domingo, en el que se ve a la gente irse del auditorio porque la orquesta iba a interpretar la pieza musical de un israelí... grabada con tecnología israelí incrustada en sus teléfonos móviles. Pues estupendo.
El caso es hacer gestos, los que sean, los que les permitan dormir tranquilos después de no haber hecho absolutamente nada útil al llegar al final del día.
-¡Los jóvenes no tenemos piso!
Te hago un gesto, que construir más para que bajen los precios es muy cansado, y me voy a la cama feliz, un rojo feliz, porque ya he ayudado a luchar contra el capitalismo y no sé qué cosas más.
Luego que los jóvenes se están haciendo fachas en cantidades industriales. Normal. Mucho han tardado en revolverse contra estas élites culturales. A los rojos ya no se les oye tanto lo de dar el voto con 16 años, no vaya a ser que todos esos que creían suyos voten a la derecha, como cuando la izquierda se opuso por lo mismo a dar el voto a las mujeres, y les joden el invento, que las mujeres fueron las que le dieron la victoria a la derecha en la República. Y eso es todo.