• sábado, 27 de abril de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Los del PSOE usaron la pandemia para enriquecerse

Por Javier Ancín

"Cuanto más se restringieran las libertades en el tiempo más a gusto podían dedicarse a lo que mejor saben hacer: enriquecerse a costa del dinero público montando unos entramados cada vez más sofisticados".

Koldo Garcia junto al exministro Ábalos.
Koldo Garcia junto al exministro Ábalos.

Lo que más me llamó la atención durante la pandemia fue la docilidad de la gente con las normas que nos impusieron a la carrera y la brutalidad policial contra inofensivos ciudadanos: del caballero, caballero la mascarilla en cualquier esquina, pasando por las multa va, multa viene si decidías volver a casa más allá de las once de la noche, por ejemplo, al reventarte la puerta de casa y allanar tu domicilio si oían voces no convivientes dentro.

Alucinaba en colores a diario con todo aquello, con la falta de espíritu crítico del personal y la sumisión a unas reglas que nadie sabía muy bien de dónde surgían. Lo dice la ciencia, como si la ciencia fuera una única voz, una opinión homogénea, clamaban unos para que dejaras de dudar, al menos en público. Lo dicen los que gobiernan, que más que tú ya sabrán, aventuraban otros cuando torcías el morro y te hacías preguntas en voz alta.

Fuimos el país de Europa con las mayores restricciones para, total, que murieran igual o más personas que en cualquier otro. La libertad de la población se vio atacada con una facilidad alucinante. Como experimento social las conclusiones fueron terribles: puedes hacer con una sociedad amedrentada lo que te dé la gana. Apenas habrá disidencia y la poca que haya será contrarrestada por la sociedad misma. Una serie de balconazis surgirán que atacarán a los aventureros hasta que desistan de su actitud crítica, contestataria.

Aunque ya deberíamos de haberlo sospechado. En 1990 la mayoría del país se quedó sin comer las uvas porque le dijeron desde la tele que aquello que sonaba eran los cuartos. Si hay algo que todos sabemos a estas alturas es cómo suenan las campanadas de la Puerta del Sol, pues bien, pocos desafiaron aquella orden de la presentadora de no empezar a comerlas, aunque todos se miraban extrañados porque sabían que eran las campanadas. Al final es lo de siempre, lo obedientes que somos.

Ahora sabemos que no hubo el cacareado comité de expertos, es decir, que no había ciencia que dirigiera aquellos meses, años. Solo hubo arbitrariedad política y ganas de que lo excepcional durara cuanto más tiempo, mejor. Y para qué, pues para lo de siempre con el Psoe en el gobierno, robar dinero público, en este caso a cientos, miles de millones, a cuenta de las mascarillas y demás material sanitario.

Cuanto más se restringieran las libertades en el tiempo más a gusto podían dedicarse a lo que mejor saben hacer: enriquecerse a costa del dinero público montando unos entramados cada vez más sofisticados. El robo, viendo las informaciones que han saltado como una cloaca que estalla, fue de unas dimensiones descomunales. No hay ministerio que no estuviera pringado en esa operación. Y lo que no eran ministerios.

¿Qué pasó en la Navarra de Txibite con las mascarillas de Sodena, un par de millones de euros tirados a la basura o quién sabe si a algún bolsillo, nunca del todo aclarado el tema? No sé, Koldo surge del PSN y es el PSN vía Santos Cerdán cuando le nombran número tres del PSOE quien lo lleva a Madrid para que lo adopte Ábalos de mascota... pero serán casualidades, que en Navarra todos están limpios.

En cualquier caso no fueron casos aislados, fue una forma de proceder meditada y sistematizada. La Guardia Civil habla en sus informes de un súper jefe por encima de Koldo y Abalos. ¿Qué hay por encima de un ministro? Pues por encima de un ministro
solo hay un P. Sánchez y Dios. Y yo no creo en Dios. Y eso es todo.


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Los del PSOE usaron la pandemia para enriquecerse