• viernes, 29 de marzo de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Qué escándalo, en este colegio mayor se grita

Por Javier Ancín

"Hala, ya está. 50 o 100 violadores tenemos de golpe. O más si fuera necesario. Todos los colegios mayores de España una fábrica de violadores. O todos los hombres, que como ya se sabe a estas alturas del ministerio de igualdad, somos unos violadores en potencia".

colegio-mayor-elias-ahuja
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Oh, qué barbaridad una cuadrilla de descerebrados de 17 y 18 años, valga la redundancia, se han puesto a gritar obscenidades por una ventana del colegio mayor en el que acaban de aterrizar tras su etapa escolar.

Las chicas a las que se las gritaban -debe ser un juego, una tradición que desconozco porque a mí las tradiciones me la suelen soplar mucho- les contestaban divertidas.

Hasta un ‘todas queremos más’ cantado a coro salió de las ventanas del otro colegio mayor, el femenino de enfrente al que iban dirigidas las burradas, pero eso no ha salido en el vídeo viralizado, sino en secundarios con mucha menos difusión, porque nos hubiera jodido el drama, que es de lo que vive la gran política, la actualidad hoy en día.

Lo más suave que ha salido por boca de los miembros del gobierno -un gobierno con la que está cayendo de pobreza infinita hecha diluvio sobre nuestras cabezas desnudas preocupado por sandeces- es que son unos violadores. Todos. Pues muy bien, pues violadores. Hala, ya está. 50 o 100 violadores tenemos de golpe. O más si fuera necesario. Todos los colegios mayores de España una fábrica de violadores. O todos los hombres, que como ya se sabe a estas alturas del ministerio de igualdad, somos unos violadores en potencia. Del primero al último. Ahí no se salvan ni los tíos de Podemos, que agachan la cabeza y asienten contritos, recibiendo las collejas sumisos, cuando alguna fanática de su partido lo suelta.

En la radio he oído alguna entrevista a las jóvenes. No nos sentimos ofendidas y es un divertimento, una tradición entre los dos colegios mayores, decían.

Intolerable, qué sabrán estás mujeres sobre lo que es una ofensa a la mujer. Y más drama... que una mujer solo es mujer cuando opina lo que tiene que opinar y se ofende con lo que se tiene que ofender, lo políticamente correcto, lo mayoritario actualmente, lo que marca el ministerio de igualdad, lo que ordena la izquierda. Fuera de esa línea editorial no puedes ser mujer, eres otra cosa. Una mujer hoy solo puede ser víctima... y todas las entrevistas de los medios gubernamentales iban por ese lado, intentando arrancar un temor que en ellas no asomaba por ningún lado.

Oh, Dios, mío, os sentiréis inseguras, ya no podréis ir tranquilas por la zona, ni a la universidad... estáis rodeadas de peligrosos depredadores sexuales, joder, y además seguro que son todos de derechas porque el colegio mayor es caro y eso es sinónimo de ser facha. Ellas se partían el culo, incrédulas. ¿Víctimas? Pero si son nuestros amigos, compañeros, ligues, con los que convivimos, vamos a clase, de vacaciones, de juerga y con los que follamos porque nos da la puta gana. Somos mujeres libres.

Anatema. Intolerable... una mujer libre, copón, qué miedo, destruyámosla. Qué sería de nosotros sin los ofendiditos, que se ofenden tanto que son capaces de ofenderse por que tú, mujer, deberías ofenderte por algo que no te ofende y que además te parece divertido, una chorrada, una sandez, decirse burradas para escandalizar adultos.

Oh, mon dieu, qué escándalo, he descubierto que aquí se juega, como decía el capitán Renault en Casablanca al clausurar el garito mientras un empleado del Café de Rick le entregaba sus ganancias en un sobre.

Qué barbaridad... y qué escándalo. Ah, el escándalo. Qué divertido es ser joven y soltar bestialidades para que los adultos, que se han olvidado que un día fueron críos y escandalizaban a los anteriores adultos también, se echen las manos a la cabeza, se tapen los oídos, se escandalicen. Quién fuera otra vez joven para escandalizar adultos y a políticos mamarrachos que menos hacer que vivamos mejor se dedican a cualquier cortina de humo que se descorra ese día. De ese escándalo, de lo inútiles que son los que nos gobiernan, no hablarán, no... y no se escandalizarán. Aún tendrán el valor de llamarnos victimistas a la sociedad si te descuidas y les dejas. Y eso es todo.


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Qué escándalo, en este colegio mayor se grita