• domingo, 16 de junio de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Los Sanfermines han muerto, hola Semana Grande de Pamplona

Por Javier Ancín

"En cuanto se carguen los encierros, que hacia eso va el aberchandalato, ya no nos diferenciaremos en nada del coñazo de fiestas que son las de cualquiera de las capitales, y no capitales, vascas".

Joseba Asirón, alcalde de Pamplona, junto a su concejala Maider Beloki. PABLO LASAOSA
Joseba Asirón, alcalde de Pamplona, junto a su concejala Maider Beloki. PABLO LASAOSA

Mira que lo tenían los batasunos fácil este año para acertar, montando un conciertazo de despedida para El columpio asesino, el mejor grupo que ha dado Pamplona este milenio, aprovechando que ponen fin a 25 años de andadura de una calidad artística descomunal. Pero nada, agua, como la que les obligó a suspender el concierto en los Sanfermines de hace unos años en la plaza de los Fueros. Esa será su última actuación en las fiestas de Pamplona: una suspensión. Qué ciudad, colega.

Alucino con que en Logroño se despidan de ellos dos veces, que el gobierno de La Rioja los llevó al Festival Actual de este enero y volverán a subirse al escenario riojano del Muwi en agosto, y en Pamplona eta Navarra las instituciones pasen de ellos como si oyeran llover.

En fin, nadie es profeta en su tierra. Sin efe unos cuantos. Y no será por fechas, que estos Sanfermines van a ser los más largos de la historia.

Empezaron en mayo con el alikate batasuno protagonizando la tradicional exhibición de aizkolaris, este año trasladada a la cuesta de Beloso con la tala de más de 100 árboles.

Nos tendremos que conformar con oooootro año más del de tirar del gatillo y el cantante de los cansalmas de Euskovetusta Morla, que ahora va en solitario.

Bienvenidos a la Aste Nagusia de Irroña, que hacia ahí es donde van los Sanfermines aberchándales. Una semana grande anodina, la cuarta, por detrás incluso de la de Vitoria, que a Pamplona no le dejarán hacer sombra a las tres capitales vascas jamás.

Por eso quizás lo de talar árboles a cascoporro del alikate Asirón, para que lo de no dar sombra sea incluso en el más literal de los sentidos.

Y pese a todo esto, que no deja de ser estupefaciente, lo que más me ha sorprendido son las explicaciones a semejante despropósito.

Salió la concejal de cultura del alikate Asirón -desconozco si iba beloki perdida pero desbarró como si lo estuviera-, y se puso delante del micrófono a decirnos que para traer a los grupos musicales de los Sanfermines han primado el euskera, que es un poco como decir que para traer los grupos para la semana grande de Alabama han primado que sus integrantes sean blancos.

Que en el siglo XXI el único criterio para contratar un concierto de música no sea el artístico, sea en euskera, Txino o lenguaje de signos, no deja de ser una racistada, pero no se darán ni cuenta. O sí, y por el eso lo hacen y por eso lo confiesan, no se van a avergonzar a estas alturas del partido, que el supremacismo va adosado al ADN del aberchandalato desde su creación.

Según su criterio, un grupo de música exclusivamente instrumental lo tendría txungo para que fuera contratado por este ayuntamiento. ¡Ese solo de guitarra no es en euskera, kanpora!

Ahora que tan de moda se ha puesto denunciar el odio ahí tiene un ejemplo de discurso de odio: no puedes venir aquí, negro de Alabama, porque no tienes sitio, que en primer lugar estamos los blancos del capirote con k.

En fin, en cuanto se carguen los encierros, que hacia eso va el aberchandalato, ya no nos diferenciaremos en nada del coñazo de fiestas que son las de cualquiera de las capitales, y no capitales, vascas. La homogeneización social que busca por sistema el nacionalismo vasco habrá concluido. La diversión, también. Y eso es todo.


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