- domingo, 08 de diciembre de 2024
- Actualizado 18:47
Que el futbol tiene “tirón” no hace falta demostrarlo, únicamente repasamos las noticias que surgen cada día alrededor de este deporte; pero lo nuestro es Osasuna. Esta semana he presenciado uno de los entrenamientos en Tajonar y he quedado sorprendido de la intensidad que todos los jugadores de esta plantilla ponen en cada ejercicio o actividad: Gracias, Jagoba, de parte de todos los seguidores rojillos.
Los Getafe – Osasuna siempre han resultado feos y, a veces polémicos, no sé si la razón es como consecuencia del carácter de sus entrenadores, del partido en sí mismo o de la tradición de cada temporada; éste no iba a ser menos. Osasuna ha propuesto de inicio un esquema muy parecido al de partidos anteriores con ligeros matices de comienzo, mediatizado por las ausencias obligadas, pero sin miedo, ya que tiene mimbres para diferentes alternativas.
Con un trio en el centro como Iker, Aimar y Moi, la calidad estaba garantizada, si contamos con las ayudas en banda de Kike y el Chimy, parecía bien enfocado el encuentro y si, además, dábamos por hecho la contundencia defensiva habitual, todos nos las prometíamos muy felices.
Esto era suponer demasiado, porque lo de la contundencia defensiva ha brillado por su ausencia. El comienzo nos hacía concebir esperanza en la victoria, ya que el dominio de juego y terreno parecía de Osasuna, solo eran apariencias. El partido era áspero por ambas partes y sin ideas claras, parecía de los de empate a cero.
Cuando menos esperábamos aparecen las debilidades rojillas de esta temporada: la defensa de los balones parados. Precisamente cuando disponemos de jugadores altos y que van bien por arriba (eso pensamos), pero no, dos goles de córner y otro por no despejar a tiempo o alejar el peligro. Esto suele suceder cuando dominas el encuentro y el contrario no parece hacerte daño, entonces, llega el córner y la falta de tensión te hace ver la realidad: el Getafe también juega. A partir de aquí siempre detrás, Iker compensa su error de marca con el gol del empate, todo sirve para mejorar.
La segunda parte sigue igual de tonta que la primera, otro error y gol (2-1). Osasuna vuele a querer algo más y empata; penalty a Budimir y 2-2. Por cierto, ¿por qué esta no es expulsión y la de Catena sí, si ambas son ocasión manifiesta de Gol? Espero que el Comité de árbitros me lo aclare.
Como el partido tenía que seguir siendo feo, otro gol de córner; trabajo para Tajonar. El equipo no ha dado todo lo que tiene dentro, hay jugadores para todos los puestos, pero las ideas no están bien coordinadas. Los cambios no han mejorado mucho el desarrollo del juego de Osasuna, pero estos partidos ya se saben son feos hasta el final, pero hay que saber jugarlos.
Como todos los partidos, después de vistos, es fácil llegar a algunas conclusiones:
¡Aúpa Osasuna!