Respirábamos hondo antes del comienzo del partido porque, tal y como se han puesto las cosas en la clasificación, todo el aire que cojamos será poco.

Vicente ha puesto toda la carne en el asador, ya que la cosa va en serio y muy en serio. En la alineación inicial ha dejado ver algunas cosas diferentes a los encuentros anteriores; lo más destacado ha sido la defensa de 5 que tan buenos resultados le ha dado fuera de casa.
El problema de la defensa de 5 en casa es que hay que saber adaptarla al sistema defensivo, al posicionamiento de los jugadores y a los desdoblamientos que hay que hacer en ataque. Hoy ha salido bastante bien por el resultado final.
Algunas de las contras que ha hecho Osasuna hacían prever que el camino elegido era bueno, pero enfrente teníamos un equipo que sabe lo que hacer en cada momento. La línea del fuera de juego hoy ha estado a nuestro favor, ya era hora.
Esto ha permitido que una buena contra de Aimar, un gran pase, terminara en el desmarque de Budimir y un gran gol para adelantarse en el marcador. Esto ha supuesto mirar el encuentro desde otro punto de vista; me refiero a lo de nadar y guardar la ropa.
El quid de la cuestión ha sido el valor del entrenador de incrustar en el juego a Pablo y a Iker, que le dan fortaleza y gol al equipo. ¿Hasta hoy no lo ha visto el Sr. Moreno? Como el equipo sigue teniendo los mismos problemas en la conservación del balón, el Girona se va haciendo poco a poco con el dominio del juego y del espacio.
Aparece Pablo Ibáñez y pone el 2 a 0, que tranquiliza el estadio, pero no las tiene todas consigo, porque tenemos delante un gran equipo y jugadores de calidad. Por eso nos ponen en el aprieto del 2 a 1 cerca del final.
No puedo entender que Pablo e Iker no hayan salido en el equipo titular con más asiduidad.
Respecto a la demanda por la alineación indebida, al Comité de Competición sólo le ha faltado añadir la firma de Laporta. Estoy convencido de que a Osasuna le respalda la razón y debe acudir a todos los tribunales que permita la legislación deportiva y administrativa que el caso requiera. Otra cosa será que los tres puntos sean tan importantes para la clasificación final, que cunda el pánico en todo el fútbol español y europeo. Osasuna nunca se rinde.
¡Aúpa Osasuna!