Estamos en pre-campaña electoral, aunque no lo parezca, y he observado un cambio de estilo. Por ejemplo, los partidos en el poder metían prisa a los funcionarios
- miércoles, 11 de diciembre de 2024
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Estamos en pre-campaña electoral, aunque no lo parezca, y he observado un cambio de estilo. Por ejemplo, los partidos en el poder metían prisa a los funcionarios
para inaugurar lo que fuese o, al menos, para colocar una primera piedra, pero a las inauguraciones yo creo que les ha pasado como a las bodas: que cansan. Recibes ese sobre prosopopéyico que sólo puede contener la invitación para una boda, y te sobresalta casi tanto como una carta de la Agencia Tributaria. Las llamadas redes sociales también reclaman su cuota de participación, y ya no hay líder político que no tenga a tres o cuatro acólitos mandando mensajes por Internet con supuestas opiniones, delegación de opinión peligrosa, porque en estos momentos colocas un topo en el partido contrario y te puede salir en las redes que Pedro Sánchez odia a los negros o que Mariano Rajoy dice que las mujeres deben cobrar menos dinero, porque luego se llevan al niño al pediatra.
No obstante, donde se observa un cambio de estilo más profundo es en las apariciones de televisión de los que aspiran a hacernos felices, porque no se presentan para explicarnos lo que van a hacer cuando manden, los planes que tienen para España, cómo van a enfocar la política exterior, o cómo van a organizar la economía, sino que salen en la pantalla para que sepamos si saben o no freír un huevo, si hacen o no gimnasia y otros asuntos que me figuro que deben ser trascendentales para elegir a los que nos van a subir o nos van a bajar los impuestos.
Entiendo que hablar del Producto Interior Bruto o de los planes de Defensa no es asunto divertido, pero tampoco es divertido el comportamiento de los hepatocitos y, cuando buscas un especialista que te trate tu hígado enfermo, tratas de encontrar a un tipo que sea un experto en las enfermedades del hígado, y te da igual que sepa jugar al ping pong o conocer los tebeos que leía cuando era pequeño. El hígado de España está enfermo, pero buscamos a un hepatólogo del que sepamos si las corbatas se las compra él o se las elige su mujer.