A los 14 años, el pamplonés Juan Goñi Larrea cambió el colegio por una librería. “Yo no quería estudiar y mi madre me dijo que entonces me pusiera a trabajar”, recuerda con una sonrisa. Fue así como empezó a despachar libros en la histórica Librería Sánchez, en la Plaza de la Cruz de Pamplona.
Desde entonces, no ha dejado de hacerlo. Toda una vida entre estanterías, papelería y clientes fieles. Y ahora, con 70 años recién cumplidos, ha decidido que ha llegado el momento de cerrar el capítulo.
Este librero de toda la vida ha aguantado solo al frente de su tienda durante casi cuatro décadas. De lunes a sábado, sin ayudantes, ha abierto cada mañana con puntualidad: de 10.15 a 13.45 horas, y por la tarde de 17.15 a 20.00. “A veces se alarga porque siempre hay quien apura hasta el final”, admite con naturalidad. Él mismo se ha encargado de todo: pedidos, atención al público, colocación de escaparates, gestión del stock y, sobre todo, de dar conversación y buenos consejos a quienes buscaban un regalo o un libro.
“El secreto está en cuidar bien al cliente. Si le atiendes bien, sale contento. Y esa es la mejor publicidad que puedes tener”, asegura con convicción. Esa filosofía le ha permitido resistir mucho más de lo que han aguantado otros muchos negocios similares. Aunque no ha sido fácil. “Competir con la venta online y con Amazon ha sido muy duro. Han desaparecido muchas ventas”, reconoce. Él ha sobrevivido reinventándose constantemente.
Empezó vendiendo libros de texto y material escolar, pero cuando ese mercado se redujo, buscó nuevas fórmulas para mantener el interés. Incorporó a su tienda relojes de vinilo con carátulas de grupos musicales, jarras decoradas con películas y series, objetos de colección y todo tipo de regalos originales. Piezas únicas, que en muchas casas de Pamplona decoran estanterías o salones.
Pero el tiempo pasa. Hace ya varios años intentó buscar un traspaso, con la esperanza de que alguien recogiera el testigo. No hubo suerte. Nadie quiso continuar con el negocio. Y aunque ha aguantado lo indecible, ha decidido poner fecha de cierre.
El próximo 30 de junio de 2025 será su último día tras el mostrador. “Me da mucha pena pensar en el día que me vaya. Paso más tiempo aquí que en mi casa o en el barrio. Lo voy a pasar mal cuando deje definitivamente la tienda”, admite con tristeza.
En redes sociales, el anuncio ha sido claro: “Estimados clientes y amigos. La librería Horizontes cierra sus puertas por jubilación. Liquidamos todo el stock de papelería y regalos con descuentos exclusivos. Último día: 30 de junio de 2025. ¡No te pierdas esta oportunidad única!”.
Desde entonces, han llegado decenas de mensajes. Muchos destacan su amabilidad, su dedicación y la variedad de artículos: “Un trato exquisito, un señor amable y ayuda en todas las dudas que tengas. Hay muchos objetos de colección impresionantemente bonitos. Lo recomiendo al 100%”, ha escrito una clienta. “Hoy hemos estado comprando ahí y el dueño ha sido encantador. Entrañable lugar, atendido de forma excelente por buenas personas muy profesionales”, apuntaba otra persona.
Pocos saben que Juan ha atendido durante 37 años en el número 43 de la calle Paulino Caballero, en pleno segundo Ensanche de Pamplona, donde en 1988 decidió abrir su propio negocio: la librería Horizontes. Allí ha visto crecer a generaciones, ha escuchado miles de historias y ha sabido mantener vivo el espíritu de una tienda de barrio. Durante un mes más, seguirá con la persiana subida. Y muchos ya se están acercando no solo a aprovechar los descuentos, sino a despedirse de él.
