“Me encantan la chistorra y los Sanfermines”, confiesa entre risas Johan Gustafsson, un sueco de 39 años que se siente ya casi más navarro que escandinavo. Nacido en Estocolmo, llegó hace doce años a Pamplona como estudiante de intercambio en la Universidad de Navarra, y desde entonces no se ha movido.
“Vine por unos meses y me quedé por amor para siempre. Aquí conocí a mi novia, que hoy es mi esposa. Es de El Salvador y también vino a estudiar. Así que decidimos echar raíces”, recuerda.
Habla un castellano perfecto, fruto de un año en Madrid, donde se formó en gestión y administración antes de asentarse definitivamente en la capital navarra. Desde entonces, ha construido su vida aquí. “Me considero bastante local”, dice sin dudarlo. “Pamplona tiene una calidad de vida espectacular, que muchas veces no se valora lo suficiente. Todo está cerca: la sanidad, la educación, los servicios... Se vive bien, muy bien”, subraya con admiración.
Lo que más le ha enamorado es la forma en que se celebra la vida. “En Suecia no tenemos esas reuniones populares que aquí llamáis chistorradas. Me gustan muchísimo, y los Sanfermines me parecen una fiesta única. Una locura preciosa. Me he integrado a todo lo que ofrece esta ciudad con muchas ganas”.
La suya es una historia de adaptación, pero también de emprendimiento. Durante varios años, regentó la librería Bolsabooks en el barrio de Iturrama, un espacio especializado en libros universitarios. Pero con la llegada de la pandemia, todo cambió. “El 80% de nuestros libros eran para universitarios, y en muy poco tiempo las ventas bajaron de forma alarmante. Los estudiantes empezaron a usar cada vez más lo digital: apuntes, fotocopias, PDFs... Fue un golpe muy duro”.
A pesar del cierre, la experiencia dejó una huella muy positiva. “Durante varios meses después de anunciar que cerrábamos, venía cada día gente a despedirse. Unas 30 o 40 personas diarias. Nos agradecían el trabajo, el trato. Fue muy emocionante. Lloré varias veces. No me esperaba tanto cariño”.
Muchos de los libros que quedaron sin recoger fueron donados. “Nos esforzamos en que no se perdiera nada. Enviamos ejemplares a una biblioteca de San Adrián que se había inundado, a orfanatos en Guinea Ecuatorial, a centros en Kenia, a la ONG Contenedores en Echavacoiz, y también a Honduras y Guatemala, sobre todo para Formación Profesional y universidades. Siempre intentamos ayudar hasta el final”.
Lejos de rendirse, Johan ha vuelto a intentarlo, esta vez con un concepto distinto, aunque manteniendo la esencia: el amor por los libros y por hacer la vida más fácil a quienes los necesitan. El nuevo proyecto toma inspiración directa de su país natal: “En las ciudades universitarias de Suecia y de otros países nórdicos, los estudiantes organizan casi todo: bares, restaurantes, alojamiento... y también la compra venta de libros de segunda mano. Aquí eso no existe, y me parecía una buena idea traerlo”.
Fachada de la tienda Booky de compra venta de libros de texto en la avenida Sancho el Fuerte 15 de Pamplona. Navarra.com
Desde abril, ha abierto una nueva tienda en Pamplona, especializada en la compra y venta de libros de texto, tanto nuevos como usados, y también en la venta de material escolar. Pero no lo ha anunciado a bombo y platillo. “Hemos empezado tranquilos. La gente se va acercando, pregunta, se interesa. Está siendo bonito, poco a poco. Además, estamos diseñando nuestra página web, que funcionará en breve”, avanza.
El modelo es sencillo y eficaz: “El cliente trae sus libros, se valoran en la tienda y se pagan al momento. Todo rápido y ágil. Y también ofrecemos libros nuevos a muy buen precio”, explica. Han incluido títulos para infantil, primaria, ESO, bachillerato, FP, idiomas, oposiciones y universidad, aunque aclara que los libros universitarios ya no tienen la demanda de antes. La campaña fuerte arranca en junio y se mantiene hasta septiembre, coincidiendo con el inicio del curso.
Además, están negociando con entidades bancarias para ofrecer a las familias la opción de pagar a plazos, sin intereses. “Queremos facilitar las cosas, sobre todo cuando hay varios hijos. Son muchos libros, mucho gasto. Lo ideal sería poder ofrecer al menos tres meses de margen”.
El nombre de esta nueva aventura es Booky, y ya se puede visitar en la avenida de Sancho el Fuerte 15, en el corazón de la capital navarra, donde te puedes ahorrar hasta el 75% en la compra de libros de texto de segunda mano.
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