Osasuna no ha podido cumplir su sueño de levantar la Copa del Rey ante el Real Madrid (2-1) en el estadio de La Cartuja. Dos goles de Rodrygo han superado el tanto de Lucas Torró, que igualó la final en el minuto 58 de juego.
Puntuamos a los jugadores de Osasuna que han participado en la segunda final de Copa del Rey en los 102 años de historia del club navarro, con 25.000 seguidores navarros en las gradas.
Sergio Herrera (7): Nada que hacer en los dos goles de Rodrygo, que lo fusiló de cerca en ambas oportunidades, y meritorias sus intervenciones, especialmente una mano baja a tiro de Benzema, que impidieron que el Real Madrid se escapase en la primera mitad.
Jon Moncayola (2): Desnudado en la primera acción del partido, amonestado a los veinte y martirizado por Vinicius toda la primera parte, vivió el internacional sub-21 una noche de pesadilla en un puesto que no es el suyo y al que se adapta por necesidades del guión.
Aridane Hernández (6): Muy firme el canario, sin complicarse en la defensa del área y sin sufrir a campo abierto. Incluso tocó el algún balón en la estrategia ofensiva.
David García (4): Su despeje muy deficiente en la jugada del segundo gol merengue empaña el buen partido del capitán rojillo, que se enredó con una pelota fácil y ofreció en bandeja el gol de la victoria al rival.
Juan Cruz (5): Es un lateral atípico porque juega más pendiente de cerrar a sus centrales, conformado a veces una especie de línea de tres, que se proyectarse en ataque. Como el Real Madrid jugó volcado a la banda de Vinicius, no sufrió demasiado. Desafortunado su cruce en el 1-0, ya que el roce del balón en su cuerpo despistó a Sergio Herrera.
Rubén Peña (6): Ofreció poca ayuda a Moncayola en fase defensiva, como quedó patente en la acción del 1-0, en la que fue regateado con toda facilidad. En ataque, sin embargo, estuvo más punzante y le generó problemas a Camavinga hasta que fue sustituido.
Lucas Torró (7): Marcó el gol, un golazo de tremenda volea con la pierna derecha, más amargo de su carrera. Fue el peón de brega que mantuvo en pie el tenderete del centro del campo navarro hasta que, extenuado, hubo de cambiarlo Arrasate.
Aimar Oroz (5): No pesó demasiado el canterano ante el empuje físico de los Valverde, Tchaoumeni y compañía. Dejo destellos, aun así, del futbolista asombroso que ha demostrado ser en su primera campaña en la élite pero la final, en líneas generales, le vino grande.
Moi Gómez (4): No le favoreció que Abde invadiese su zona permanentemente. Trató de asociarse viniéndose al centro pero estuvo poco afortunado y pasó bastante desapercibido.
Ez Abde (5): Se fabricó una magnífica ocasión para empatar en el primer tiempo pero Carvajal sacó en la línea su remate, flojito e inocente. Pese a que estuvo el origen del gol de Lucas Torró, no fue el extremo desbordante que ha sido a lo largo de la temporada.
Ante Budimir (6): Peleó a brazo partido con los centrales madridistas, a los que ganó saltos en el área con frecuencia, si bien los varios remates que consiguió llevaron poco peligro a la portería de Courtois.
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Chimy Ávila (5): Es un guerrero al que no le importa su déficit de talla ante los defensas rivales. Salió justo antes del segundo tanto madridista y fue quien mantuvo la bandera izada hasta el minuto final, cuando provocó una ocasión que estuvo a punto de darle el empate a Kike Barja.
Kike Barja (6): Trató de ser incisivo por su costado pero se encontró con Carvajal infranqueable que, en la prolongación, le taponó en boca de gol el remate que habría mandado la final a la prórroga.
Rubén García (5): Intentó meter algún centro desde la derecha en los últimos minutos, en los que debió defender mejor para permitir a Moncayola sumarse al ataque.
Pablo Ibáñez (sc): El héroe de la semifinal salió casi con el partido acabado y apenas intervino.
Kike García (sc): Igual que su compañero, lo sacó Arrasate para que bajase alguna pelota en los estertores del partido. En su único contacto con el balón, se trastabilló y lo mandó fuera tras un toque en el pie de apoyo.
