El tío María Chivite, Óscar Chivite, ha salido al rescate de su sobrina en el Parlamento de Navarra para asegurar que "a día de hoy no hay ningún nuevo retraso en la licitación de la segunda fase del Canal de Navarra", cuando fue la propia presidenta, entonces candidata del PSN, quien mintió en plena campaña electoral asegurando que la licitación sería una realidad antes de que acabara el año 2023.
Una respuesta que pone de manifiesto la falta de compromiso que el Gobierno socialista tiene con esta infraestructura en navarra, en el marco del debate propositivo planteado por UPN en el que exponía la opción de que el Gobierno de Navarra y el de España incrementaran en 100 millones de euros adicionales la aportación para la segunda fase del Canal de Navarra, "porque de esa manera el proyecto es viable, porque de esa manera las tarifas de los regantes son viables".
Así lo ha planteado el portavoz parlamentario de UPN, Javier Esparza quien ha recordado que María Chivite anunció a bombo y platillo que habían solicitado desde el Gobierno foral que el estudio de viabilidad económico-financiera que se tenía que hacer recogiera las posibilidades que podían tener los regantes de amortizar el préstamo no en 30 años, sino en más años". "Lo cierto es que a mí me pareció una buena idea. Desgraciadamente, un año después no sabemos nada, ni tenemos convenio, ni tenemos el estudio de otras opciones o por lo menos yo lo desconozco", ha señalado.
Tras ello, Esparza ha afirmado que "desde el año 2015, cuando UPN sale del Gobierno, al año 2024, no se ha dado una palada de tierra para que el agua llegue a la Ribera".
El presidente de UPN ha afirmado que "las obras valen 760 millones, de ellos 380 millones ya los han puesto el Gobierno de Navarra y el Gobierno de España, y los otros 380 los tienen que poner los regantes a través de Canasa, con un préstamo que ha pedido Canasa de 125 millones de euros".
Esparza ha advertido de que, "si no se toman algunas decisiones, este proyecto está en cuestión desde el punto de la viabilidad". Por ello, ha planteado que se incremente de 30 a 50 años el plazo para devolver los préstamos y que las dos Administraciones aporten cien millones adicionales, 60 el Gobierno de España y 40 el de Navarra.
También el PPN ha afeado los retrasos en la licitación de la obra. La parlamentaria Irene Royo ha afirmado que "el Gobierno de Navarra manifestó que la segunda fase se licitaría a finales de 2023, y no solo no se licitó esta obra, sino que después de 13 años de su paralización trasmiten nuevas dudas sobre una supuesta utilización de un préstamo a la sociedad pública Canasa", ha lamentado.
Irene Royo ha advertido de que "todo ello transmite una nueva duda sobre la voluntad real de licitar esta obra", tras lo que ha subrayado que la Ribera espera la segunda fase "después de muchos años de sequía y restricciones de agua para riego".
"Percibimos un nuevo retraso en la licitación. Es lo que vulgarmente se llama una patada a seguir y ganar tiempo para retrasar el Canal. Por lo tanto, lamento la contestación del consejero, que manifiesta su falta de compromiso y son solo excusas que ya no engañan a nadie", ha indicado. La parlamentaria foral ha pedido al Ejecutivo foral que sea "exigente con el Gobierno de España, defienda nuestros intereses y empiece a tomar decisiones".
A ambos, en nombre del Gobierno les ha respondido el tío de Chivite, que lejos de dar una explicación se ha limitado a decir después de cinco años de gobierno socialista y cuatro de nacionalistas, la culpa de que no se haya hecho nada es de UPN.
