Han cumplido quince años subidos a los escenarios, en las calles, en plazas abarrotadas y en pequeños rincones donde las canciones tienen algo que decir. No son solo un grupo musical: son un colectivo que canta la historia de Pamplona con humor, con cariño y con una afinada memoria popular.
Este mes de junio, a dos semanas del Chupinazo de San Fermín, quieren celebrar su trayectoria con un espectáculo especial, muy pensado para su gente, para su ciudad, para quienes los siguen y para quienes aún no los conocen.
El espectáculo se titula Cantando a nuestra tierra y se presentará el sábado 21 de junio a las 19 horas, con una duración de hora y media. Las entradas cuestan 15 euros y la cita se ha convertido en uno de los planes culturales destacados del mes.
El último ensayo general, que han realizado este domingo 15 de junio, ha durado más de tres horas. Querían dejar todo atado, y así lo han hecho. Además, el sábado 14 acudieron la entrega de la pancarta de oro de la peña Anaitasuna a los dueños de la tienda Texartu que está muy cerca de su sede, que cedieron la mitad de los 600 euros del premio a la mencionada cofradía musical y el resto a otra entidad.
No faltan nunca el 7 de julio, cuando amenizan la espera del primer encierro desde el interior de la Plaza de Toros, ni tampoco tras la procesión, donde entonan su famoso 'Negro José' en el Pocico de San Fermín, rodeados por un ambiente festivo único.
Y aún más: el 14 de julio, justo antes de que la ciudad se despida de las fiestas, protagonizan el Pobre de Mí del Guti en la Plaza del Consejo, cantando a pleno pulmón ante una plaza siempre abarrotada.
Este año han querido dar un paso más y subir al escenario con un montaje especial que no será un concierto al uso. El espectáculo ha sido concebido como una propuesta teatralizada, con interacción directa con el público y un repertorio donde conviven canciones sanfermineras, temas populares, composiciones propias y guiños a otros géneros. La idea es que nadie se quede quieto en la butaca.
“Queremos que la gente se reconozca en lo que cantamos”, comentan desde la organización. “Todo lo que preparamos tiene que ver con lo que hemos vivido aquí, con lo que pasa en Pamplona, con lo que somos. Y también con lo que queremos seguir siendo”.
El grupo nació en 2010, fruto de la unión de varios músicos que ya tocaban en distintas formaciones locales. Siempre han estado ligados al burgo de San Cernin, donde tienen su sede, en la calle Campana 13, muy cerca de la Parroquia de San Saturnino. Desde entonces, no han parado de crecer: han pasado de unos pocos integrantes a contar actualmente con 70 cofrades, lo que ha permitido ampliar un repertorio ya de por sí variado y exigente.
A la base instrumental —guitarra, bandurria y laúd— se han sumado otros como el acordeón, el contrabajo, el requinto, el timple y la percusión, y también instrumentos más exóticos como el charango o el cuatro venezolano, que se integran según la pieza. En la parte vocal, el peso recae en un conjunto coral formado por tenores, barítonos y bajos, que sostiene el alma musical del grupo.
Pero no solo han ampliado el repertorio: también han diversificado sus formatos. El año pasado crearon la Txaranga Txiki de La Cofra, y este año han impulsado nuevos proyectos dentro del colectivo en estilos como el jazz o el pop. Su espíritu colaborativo les ha llevado a participar con asociaciones, colectivos vecinales y otras agrupaciones musicales, reforzando siempre su carácter popular y participativo.
Tras quince años de música, calle y fiesta, han querido subir al escenario más emblemático de la ciudad: el Teatro Gayarre. Y lo harán bajo el nombre con el que todos los pamploneses los conocen: la Cofradía musical de San Saturnino.
