La tienda taller Texartu estudio textil SL de Pamplona se dedica desde hace casi 25 años al diseño, confección, elaboración y venta de trajes e indumentaria tradicionales a medida, así como a los bordados.
Texartu está situada en la calle de San Francisco número 10, en pleno casco viejo de la ciudad. Muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra.
Como es el caso, por ejemplo, de la antigua tienda Alimentación San Francisco, o del nuevo local de la Cofradía de San Saturnino que antes fue una librería muy conocida en Pamplona.
Idoia Abínzano Abaurrea y su marido Alfonso Otal Isabella pasaron varios cursos de formación y patronaje en Madrid. Son los últimos artesanos navarros en tejeduría tradicional. A partir del año 2000 decidieron dar un giro y se lanzaron a la aventura de confeccionar ellos mismos trajes tradicionales a medida en Pamplona con su tienda taller.
Los dos pamploneses que dirigen el negocio ya son veteranos: "Ahora cumplimos 25 años en la tienda, pero antes Idoia estuvo quince años tejiendo por ferias de artesanía y yo le ayudaba", asegura Alfonso.
"Somos un taller certificado por el Gobierno de Navarra en artesanía textil. Somos los únicos en Pamplona con taller y tienda de confección y bordados. Somos taller con sala de ventas", explican.
En cuanto a los clientes, indican: "Algunos de ellos se solapan. En el tema de bordado tenemos a las peñas, sociedades gastronómicas, todo tipo de sociedades e instituciones. Trabajamos para un montón de pueblos y todo tipo de colectivos relacionados con la cultura o con la fiesta que van de la mano".
En el caso de los pañuelos rojos "se pueden personalizar hasta donde quiera el cliente. Pañuelos o bordados únicos o series de cinco, diez, cincuenta o quinientos. Tenemos máquinas que nos permiten realizar este trabajo. Ya solo en maquinaria tenemos un valor importante, independientemente de todos los consumibles y de todo el género que ya está terminado", comentan.
Alfonso cumple muy pronto 63 años e Idoia 62: "Nos gustaría que alguien pudiera continuar con este negocio porque creemos que en textiles de cercanía aportamos a la calle. Sería una pena perderlo en el casco viejo. Sino es así, nos veríamos obligados a liquidar y da un poco de pena. Son negocios que tienen un sabor especial y más en el casco viejo".
En cuanto a un posible relevo familiar; explican: "Nunca hemos obligado a nuestros hijos. Han estudiado y han ido por otra rama. El hijo trabajó aquí unos años y no le he forzado. Entiendo que cada uno debe seguir su camino. Mi hijo lleva una casa rural en el pirineo aragonés y la hija es ingeniera alimentaria".
El local que ocupa Texartu es más amplio de lo que parece desde fuera: "Tendrá unos 205 metros cuadrados. Es una empresa que ya tiene un nombre establecido en Navarra y en el País Vasco".
"Estamos pujantes. Hacemos las cosas bien. Estamos cuatro personas trabajando y es un negocio que te da para vivir con dignidad metiendo horas. Esto es un carro con ruedas y hay que empujar. Si empujas, anda", concluyen Idoia y Alfonso.
