La corrida de los albaserradas de José Escolar ha dejado este sábado en la sexta corrida de San Fermín una dosis de emoción y dureza que no se había vivido en tardes anteriores. Un encierro de toros ásperos, listos, complicados, difíciles, que han aprendido rápido y han vendido carísima su vida en el ruedo.
Ha sido una tarde de contrastes. Dos orejas de distinto peso y dos toreros que han caído de forma casi terrorífica: Rafaelillo y Juan de Castilla. Sangre, coraje y verdad en un festejo que no ha dejado a nadie indiferente.
Juan de Castilla venía ya caldeado por un gran quite al toro de Robleño. Con su primer toro estuvo sensacional desde el saludo. Lo llevó con mimo desde que asomó por la puerta de toriles, cuidándolo con el capote. El castigo en el caballo fue medido, distinto al de otros toros de la tarde. Y en la muleta lo entendió a la perfección, sobre todo por el pitón derecho, donde el toro ofreció una embestida vibrante, llena de codicia. Con mano baja y temple, Juan de Castilla le planteó un pulso que Chatarrero aceptó sin reservas. Entró a matar, pero en el primer intento sufrió una fea cogida que asustó a la plaza. Aun así, cobró una buena estocada a la segunda. El público, en pie, pidió la oreja concedida mientras el toro era ovacionado en el arrastre.
Con el sexto tuvo la puerta grande al alcance, pero el destino le deparó a Tobillero, un toro deslucido, despistado, con la cara alta, que no quiso pelea. Fue un suplicio para el torero colombiano, que vivió un calvario con la espada y rozó los tres avisos.
Rafaelillo tiró de oficio en su primero. Se las vio con un toro seco y complicado, al que se le castigó de más en el caballo. En la muleta, el astado caminaba sin entrega, a media altura, sin decir nada.
Pero el drama llegó en el quinto, el toro de la merienda. Lo cogió de forma espeluznante, lo tuvo a su merced con varios derrotes mientras el cuerpo del torero iba de una lado a otro en el ruedo. Rafaelillo se levantó con la taleguilla destrozada, sin chaleco, ensangrentado, y volvió a ponerse delante del toro. El público de Pamplona recordó otros momentos duros del murciano en Pamplona y se volcó con él. Cortó una oreja de sangre y de emoción, antes de marcharse a la enfermería.
Fernando Robleño, en su corrida de despedida de Pamplona, saludó con un toro que podía servir en los primeros compases. Se dejó en el capote, fue castigado con dureza en el caballo, pero llegó a la muleta con motor. Metió bien la cara, humillando por abajo, con nobleza. La faena fue breve: por la izquierda el toro comenzó a complicarse y Robleño abrevió con acierto, dejando una gran estocada al segundo intento.
Con su segundo, poco pudo hacer. El toro no se entregó y su adiós a Pamplona quedó marcado por la frialdad. Una despedida algo gris para un torero que siempre ha dado la cara en las corridas más duras de San Fermín.
Así les hemos contado la sexta corrida de la Feria del Toro de San Fermín en directo:
El sexto y último toro de la tarde es para Juan de Miranda, que podría salir a hombros si consigue cortar otro trofeo. El de José Escolar se llama Tobillero y pesa 535 kilos.
Los ha recibido con el capote y lo ha ido sacando hacia los medios, un toro que echa mucho la cara arriba y que no empuja en el caballo. Ha pasado la cuadrilla muchas dificultades en banderillas.
Va el toro sin humillar, despistado, buscando al torero. Ha empezado Juan de Castilla por la izquierda, pero va a ser difícil. Tampoco pasa por la derecha, con la cara arriba y ajeno a la muleta, más pendiente el toro de los tendidos, mirando siempre para afuera.
Qué difícil ha sido entrar a matar, con el toro a otra cosa, la cara totalmente arriba y sin poner ninguna facilidad.
Ha conseguido a duras penas meter media estocada, pero el toro está muy entero y pega una arreones como si acabara de salir del chiquero.
Le saca la espada con gran pericia Juan de Castilla y mete otra segunda media estocada, pero el toro sigue tan entero como al principio.
Finalmente dobla el toro a punto del segundo aviso y acierta el puntillero a la primera. Menos mal.
Ha salido el toro Cartero, que es el que ha barrido las tablas en el encierro. Nada más salir a ido directo a rematar a un burladero donde no había nadie, en el tendido de las peñas.
Le pegan en el caballo y de nuevo Juan de Castilla se luce en un quite con el capote.
Sensacional de nuevo Iván García, como ayer, en las banderillas.
Ha tenido Robleño una despedida triste de Pamplona, tras una faena sin mucha historia y una auténtica odisea para dar muerte al toro, tras numerosos fallos con la espada y con la cruceta. Un toro que no se ha entregado en ningún momento.
Venía el público de la emoción de los dos anteriores toros y no ha sido posible volver a conectar.
El toro es aplaudido en el arrastre, más por su resistencia a la hora de morir que por su calidad durante la lidia.
Ha recibido Rafaelillo a porta gayola al toro de la merienda, de nombre Callejero y de 540 kilos.
Es un toro que ha sacado mucho peligro desde el principio y que ha cogido a Rafaelillo. Se le ha colado cuando toreaba con la muleta y le ha metido una paliza con varias embestidas, una en el glúteo y otro derrote muy feo que iba al costado.
Apenas puede seguir en el ruedo Rafaelillo, que saca pundonor y fuerza para entrar a matar y conseguir que el toro doble entre gestos de muchísimo dolor y ensangrentado.
Sin la chaquetilla, recoge la oreja que ha cosechado en Pamplona después de una tremenda paliza que lleva en el cuerpo y directamente deberá pasar por la enfermería porque no puede ni dar la vuelta al ruedo.
Ovación también para Callejero, otro toro de mucha emoción pero menos calidad que el anterior.
Es un cárdeno más claro el tercero, de nombre Chatarrero y de 525 kilos.
Ha estado fenomenal Juan de Castilla recibiendo al toro, que estaba huidizo al principio, pero luego ha embestido como un tren en cada encuentro con el capote del torero.
Otro toro castigado en el caballo y con dificultades en las banderillas.
Se pone de rodillas Juan de Castilla para iniciar la faena con el toro reculando. Avanza el torero decidido y saca una primera tanda que mete a la plaza en la faena. Suena La Pamplonesa tras una segunda tanda vibrante por la mano derecha, corriendo la mano y con el toro repitiendo con mucha codicia.
Le baja tanto la mano por la izquierda, que el toro ha perdido las manos en varias ocasiones, pero se repone enseguida y repite.
Ha estado francamente bien Juan de Castilla, que se ha puesto de rodillas para terminar la faena y ha estado a punto de ser prendido porque el toro se revuelve muy rápido.
Es cogido de manera muy fea en su primer intento al entrar a matar, se lleva un fuerte golpe con la pala del pitón en el pecho, pero parece que, afortunadamente, no ha ocurrido nada.
Mata de una gran estocada a la segunda. Falla el puntillero y levanta al toro, que muere de pie peleando.
Fuerte petición y una oreja para Juan de Castilla.
Ovación para Chatarrero, el toro de José Escolar.
Ha lanceado muy bien a la verónica Robleño en la salida a Señorito, el segundo toro de la tarde.
Le vuelven a tapar la salida a este toro en el caballo. Se deja pegar otro largo puyazo el toro en su segundo encuentro, pero sin empujar.
Bonito quite de Juan de Castilla en los medios por gaoneras, muy celebrado por el público.
Brinda Robleño al público de Pamplona en su última comparecencia en San Fermín.
El toro repite por el pitón derecho, mete la cara, pero se revuelve rápido. Tiene que estar muy hábil Robleño para volver a embarcarlo y, de momento, lo ha conseguido.
Ha estado a punto de coger al torero, el toro ha sacado sentido y busca constantemente.
Mete una muy buena estocada a la segundo y el de Escolar rueda.
Todos los toros de hoy son cárdenos, como este primero, Diputado. Los ha recibido Rafaelillo con una larga cambiada.
Ha ido con ímpetu el toro al caballo, le tapan la salida y recibe un largo puyazo. Y otro duro puyazo en el segundo encuentro. Dificultades en banderillas, pero salva la situación con habilidad y profesionalidad la cuadrilla de Rafaelillo, que no brinda este primer toro.
Pasa el toro sin mucho interés por la muleta, en algunas ocasiones con la cabeza a media altura. Se lo ha sacado Rafaelillo a los medios. Con mucha torería está Rafaelillo intentado sacar lo que se puede a este toro, que según avanza la faena se va complicando y desinteresando más por la muleta. Demasiado castigo en el caballo.
Mete una media estocada a la segunda. Silencio para Rafaelillo.
Blanca y roja
Nunca en la historia un torero ha cortado dos orejas de un mismo toro de José Escolar en San Fermín. Es tan complicado, que no lo ha conseguido nadie en una plaza de primera categoría en España en todo el siglo XXI. En Francia, el último en lograrlo fue Gómez del Pilar en Vic Fezensac.
El año pasado Juan de Castilla se estrenó en San Fermín cortando la primera oreja a su primer toro de José Escolar. Es el primer colombiano en torear dos años seguidos en San Fermín desde que lo hiciera Luis Bolívar en 2014 y 2015.
Esta es la temporada de despedida del torero madrileño, justo cuando se cumplen 25 años desde que se convirtiera en matador de toros. Será la novena vez que haga el paseíllo en San Fermín, donde sólo ha cortado una oreja.
En estos 25 años, Robleño se ha anunciado con 5 ganaderías distintas en Pamplona: Adolfo Martín, Cebada Gago, Dolores Aguirre, José Escolar -con la que se despide- y Miura. Su único trofeo fue con un Cebada hace 20 años.
El diestro murciano es el más antiguo de todos los anunciados en la feria. Es el segundo matador que más toros ha lidiado en San Fermín de todos los anunciados. En su currículum puede presumir de haber matado más de 20 toros de Miura, aunque no lo ha vuelto a hacer desde su gravísima cornada en 2019. Desde entonces, ha lidiado cuatro toros de La Palmosilla, con la que abrió la Puerta Grande en 2022 y con José Escolar el año pasado (oreja).
