Yadira, una mujer salvadoreña que lleva tres décadas en España, ha vivido un momento inolvidable al saludar a los Reyes y protagonizar una simpática anécdota con su teléfono móvil frente al Palacio de Navarra en Pamplona.
La visita de los Reyes de España y la princesa Leonor a Pamplona ha dejado múltiples escenas de cercanía con los ciudadanos que han aguardado en el paseo de Sarasate, pero una de las más simpáticas la ha protagonizado Yadira, una mujer originaria de El Salvador que lleva 30 años viviendo en España.
Ubicada en primera fila, Yadira ha cumplido un sueño que tenía desde hacía tiempo: estrechar la mano de Felipe VI, Letizia y Leonor. “Hace muchos años los vi en la Universidad, pero desde muy lejos. Hoy ha sido diferente, los he tenido muy cerca y ha sido emocionante”, ha relatado con la emoción todavía en la voz.
El momento más especial ha llegado cuando ha querido hacerse una fotografía con la reina y con la heredera. Los nervios le han jugado una mala pasada y no lograba activar bien la cámara de su teléfono. Ha sido entonces cuando Letizia, entre sonrisas, ha tomado el móvil y le ha ayudado a hacer el selfie. “Nos hemos dicho hola pero en el momento de la foto, de lo nerviosa que estaba, no acertaba a tomar la fotografía. De hecho, cuando he ido a hacer la foto con Leonor, tenía puesto el temporizador y no sé ni si ha salido bien”, ha contado entre risas mientras pedía a las personas cercanas a ver si habían capturado el momento.
La anécdota ha arrancado sonrisas entre quienes estaban alrededor y ha convertido a Yadira en una de las protagonistas espontáneas de la mañana. “Ha sido un rato muy bonito. Han estado muy cercanos, saludando a todos nosotros, y eso se agradece mucho”, ha asegurado tras vivir un recuerdo que difícilmente olvidará.
Entre aplausos, gritos de “¡Viva el Rey!” y “¡Viva la princesa de Viana!”, Yadira y decenas de personas han disfrutado del contacto directo con la familia real antes de que accedieran al Palacio de Navarra para iniciar su agenda oficial.
La jornada ha continuado con los actos institucionales y las visitas programadas en Navarra, pero Yadira se ha marchado con un recuerdo único: un saludo cercano, un par de fotografías y la experiencia de haber compartido un instante de complicidad con la reina Letizia y la princesa Leonor.
