El Archivo General de Navarra (AGN) ha lanzado un llamamiento poco habitual: necesita ayuda para poner nombre a seis combatientes navarros de la Guerra Civil cuyos rostros quedaron congelados en seis fotografías tomadas en 1939 y que, desde entonces, permanecen sin identificar.
Es en la localidad de Mendigorría donde se busca la respuesta a este rompecabezas histórico. El AGN ha explicado que las imágenes pertenecen a vecinos de la localidad y formaban parte de la documentación reunida en los últimos meses del conflicto.
Ahora, con el archivo ya digitalizado, los responsables han decidido recurrir a la memoria colectiva del pueblo para intentar completar esos retratos anónimos que llevan más de ocho décadas esperando un nombre. Las fotografías pueden verse en la web del Gobierno de Navarra a través de este enlace.
Desde el Ayuntamiento de Mendigorría, conscientes de que cualquier detalle puede ser clave, han animado a los vecinos a observar las imágenes con atención. En un mensaje difundido en redes sociales han invitado a participar a todo el que pueda aportar información.
“Si identificas a alguien o crees tener algún dato, puedes dejar tu comentario directamente en cada fotografía. ¡Muchas gracias por vuestra colaboración!”, han expresado al difundir la iniciativa.
La llamada del AGN llega en un municipio acostumbrado a aparecer en los titulares por asuntos muy distintos. En las fiestas patronales de 2023, una vaquilla sorprendió a todos al embestir y destrozar un Audi que había quedado aparcado en pleno recorrido del encierro.
A lo largo del año, también destacan nombres muy conocidos en la vida local, como el bar Sevilla de Carlos Sarriguren, Alicia —la pescatera del valle— o los dos supermercados que dan servicio a diario a los vecinos. Incluso la reciente reapertura del centro cívico ha vuelto a situar a la localidad en el foco informativo.
Ahora, la atención vuelve al pasado a través de estos seis retratos. Identificarlos supone no solo recuperar la memoria de quienes posaron frente a la cámara en plena guerra, sino también reconstruir una parte de la historia reciente del pueblo que llevaba décadas esperando ser contada.
