El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha confirmado la pena de 7 años de prisión impuesta el pasado marzo por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial a un acusado de traficar con drogas en Cintruénigo. La policía dio con él gracias a que le delató un vecino.
En la sentencia, que puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo, la Sala de lo Civil y Penal del TSJN ratifica asimismo la multa de 250.000 euros impuesta al condenado por el tribunal sentenciador.
Al ser detenido por la policía, el encausado tenía en su poder de 1.100 gramos de cocaína, más de 1.800 gramos de cannabis y 22 de anfetamina, por un valor total superior a los 128.000 euros. Además, poseía múltiples utensilios habitualmente dedicados al tráfico de drogas, como más de 120 bolsitas con cocaína, balanza, alambre o libreta con numerosas anotaciones, así como 11.600 euros en metálico.
Según han informado desde el TSJN, la sentencia de la Audiencia consideró probado que, en una fecha indeterminada del verano de 2022, agentes policiales recibieron la comunicación de algún vecino de la citada localidad ribera en la que se les informaba de que un hombre estaba vendiendo sustancias estupefacientes en una zona cercana a un bar.
Tras la implantación de vigilancia en el lugar, los policías albergaron sospechas fundadas de que el inculpado se dedicaba a la venta de sustancias estupefacientes. Con autorización judicial, el 2 de septiembre se llevó a cabo la entrada y registro de la vivienda del acusado, donde se incautaron de las citadas cantidades de drogas.
Además, también se localizaron en la vivienda libretas con anotaciones, bolsitas de plástico de auto cierre, un mortero con restos de cocaína, báscula, recortes de plástico y alambre verde. El condenado, según consideró probado la Audiencia, tiene diagnosticado un trastorno por dependencia a cocaína y alcohol, y es politoxicómano de larga evolución.
El pasado marzo, la Sección Segunda de la Audiencia impuso una condena de 7 años de prisión con la atenuante de toxicomanía. En su recurso ante el Tribunal Superior de Navarra, la defensa volvió a reclamar la absolución y, subsidiariamente, una rebaja de la condena al entender que la toxicomanía debería apreciarse como eximente incompleta o como atenuante muy cualificada.
Para la Sala, la prueba practicada resulta "más que suficiente". "En primer lugar, contamos con las manifestaciones en el acto del juicio de dos miembros de la policía que participaron en las vigilancias efectuadas al acusado, y de cuatro que lo hicieron en el registro domiciliario", resalta.
Prueba de cargo relevante, añade, es la incautación de una importante cantidad de droga -cocaína, cannabis y anfetamina- en esa vivienda, en la que el procesado era el único residente. Además de lo anterior, según recogen los magistrados, policías forales intervinientes en el registro señalaron que, al principio del mismo, "el propio acusado les señaló que, en el baño, estaba lo que buscaban".
Para el Tribunal, "resulta difícilmente comprensible que una persona a la que se le acaban de ocupar más de un kilogramo de cocaína, casi dos kilogramos de cannabis, anfetamina, y una importante cantidad de dinero en metálico, varios meses después, en el acto del juicio, la única explicación que da es la de que no sabía nada de ello".
Por todo ello, concluye la Sala, "bajo ningún concepto cabe admitir que la sentencia recurrida no esté suficientemente motivada, dado que recoge minuciosamente todos los argumentos antes expuestos y de los que, inequívocamente, se desprende que la droga incautada estaba a disposición del condenado".
