Brad Pitt continua su racha de películas de acción y carisma facilona tras “Bullet Train” o “The Wolves”.

Brad Pitt continua su racha de películas de acción y carisma facilona tras “Bullet Train” o “The Wolves”.
Apple Tv vuelve a costear aquellos proyectos que más asustan a los estudios de Hollywood. Tras epopeyas de calidad de producción indudable como “Napoleon” y “Los asesinos de la luna”, Apple ha producido su proyecto más consistente y con más opciones comerciales reales.
Brad Pitt, Formula 1 y el equipo de “Top Gun: Maverick” es una fórmula comercial que se vende sola. No es casualidad que haya conseguido un buen estreno en cines con 144 millones en todo el mundo. Además, estoy seguro de que todos los patrocinios han pagado caro aparecer en el traje de Brad.
La carrera de su actor protagonista es algo digno de estudio, para ser una de las mayores estrellas del cine actual Brad Pitt ha sido capaz de permanecer relevante no cediendo a modas fáciles, haciendo equilibrio entre cine de estudio con directores interesantes (Tarantino, Fincher, Soderbergh, Tony Scott) y por un cine muy arriesgado con sus mejores interpretaciones: “El árbol de la vida” “El asesinato de Jesse James”, “Ad Astra” o “Babel”.
Sinopsis: Sonny Hayes fue el fenómeno en la década de 1990, hasta que un accidente en la pista acabó prácticamente con su carrera. Treinta años después su antiguo compañero de equipo, Rubén, convence a Sonny para volver a la F1 y tener una última oportunidad para salvar al equipo. En Itaroa, la Morea y Baiona.
No es fácil tener a tus espaldas “Top Gun:Maverick”, obra cumbre del cine comercial reciente. Todo el equipo de esa película de 2022, salvo Tom Cruise, ha vuelto con otra película de vehículos de alto riesgo: si director Josehep Krosinski (director), Hans Zimmer (compositor), Claudio Miranda (director de fotografía) o Jerry Bruckheimer (productor).
“F1” nunca alcanza esas alturas en lo emocional ni en la acción. Eso no quiere decir que no sea una maravilla de ver, simplemente todo en ella tiene algo de anuncio. Una estética tan luminosa con todo tan perfecto, tan pulcro, desde cada sofá o cada sweater que lleva Pitt, aunque su personaje es un desastre en lo personal parece estar a la última en moda. El mundo que nos presenta es tan ideal, tan poco vivido que es difícil no sentir que todo es impostado.
Ahora, la calidad del ritmo es indudable, hay imágenes muy poderosas y en todo momento sabe a qué público se está dirigiendo: a un público que no sabe gran cosa de Fórmula 1. Es entretenida, es carismática, es sexy y la puesta en escena de las carreras es lo suficientemente buena como para querer verla varias veces.
Simplemente uno nunca siente vértigo real o que los personajes se encuentren en verdadero peligro. Influye en ello que, como las escuderías y sus pilotos son reales, nunca quieren antagonizarles ni poner de villanos a Fernando Alonso o Carlos Sainz Jr. Eso impide que haya un elemento de competición real. En “Maverick” aunque nunca sabíamos el nombre ni rostro del país enemigo, esté tenía presencia y suponía una amenaza real. Aquí la figura antagónica no funciona y sin ella es difícil desear que ganen cada carrera.
Hasta la interpretación de Pitt resulta publicitaria resolviendo cada escena con una sonrisa y despreocupación. Algo increíble cuando interpreta a un secundario pero que como protagonista resulta algo unidimensional. Pero vamos que esto nunca quiso ser Shakespeare. Pese a lo que me ha gustado “28 años después”, “Formula 1” es la apuesta más segura si queréis a relajaros.