Se nos vino Ayuso el viernes de la semana pasada a Pamplona a hacernos una visita y les faltó tiempo a los habitantes de Irroña, esos señoros aberchándales más cascados ya que el platanito, para poner el grito en el cielo. Se pusieron "nervosios" los euskoboomers, que ven a una mujer joven y moderna de la derecha española con poder y criterio propio y se ponen a hiperventilar. Ellos son más de la tradición, la de tener a la mujer en la cocina planchando ikurriñas. En fin, un clásico/klasikoa.
En algún momento del pasado que no tengo controlado les debió de llamar paletos, con buen criterio, y se revolvieron contra ella ajustándose la huevera para marcar mejor paquete, moviendo el palillo de lado a lado de la comisura de los labios, recolocándose la camiseta interior de tirantes por dentro del pantalón tirando con las dos manos del cinto y echando un buchito de coñac, con k, acodados en su barra de bar mental en la que habitan desde siempre, oliendo fuerte. Qué espectáculo, la virgen... tan cochambroso/kotxambrosoak.
El caso es que vino Ayuso a Pamplona, decía, a explicarnos cómo bajando los impuestos, para que los ciudadanos vivan más desahogados, se pueden tener 3 hospitales públicos entre los 100 mejores hospitales del mundo, por ejemplo, y el aberchandalato socialista de la chochocharla/txotxotxarla y del chiringuito privado lingüístico del baturra, txiringitoak, que nos cuesta un pastizal, se puso a atacar ese modelo de éxito que tienen los madrileños como si no hubiera un mañana.
Mientras Ayuso baja impuestos para que los madrileños vivan mejor, en Navarra Txibite y sus aberchándales los suben, no solo a las personas sino también a las sociedades, para no perjudicar a la Comunidad Autónoma Vasca, no vaya a ser que alguna empresa del otro lado de la muga decida venirse a Navarra a crear empleo porque nuestra fiscalizad le beneficia. La competencia que busca el gobierno de Txibite, por sistema, es la incompetencia.
En Navarra, pudiendo tener los impuestos más bajos del estado español de España, que tenemos la capacidad de dirigir nuestra política fiscal, los tenemos los más altos porque así los deciden los socialistas y sus socios aberchándales. Y con los impuestos más altos de todo el estado español de España, no creáis que mejoran los servicios públicos, que la sanidad que padecemos en Navarra es de dar vergüenza por el estado de ruina y demolición en la que se encuentra tras años de gobiernos aberchándales y socialistas. Del Servicio Navarro de Salud ya sólo hablan bien las funerarias, que la clientela se les ha multiplicado.
Mola ver a la boomerada aberchándal echando espuma contra Ayuso al explicarse. Más que nada por las risas/risoak. Sobre cómo usar el dinero de todos ellos prefieren las lecciones, supongo, que podría dar Barkos y su capacidad para cobrar tres dietas de dinero público en tres lugares diferentes a la vez. O las de Ayerdi, vicepresidente del PNV con la propia Barkos, imputado por robarnos 3 millones de euros en un negocio ruinoso para la hacienda navarra que no para miembros de su partido.
A qué niveles de bienestar social nos podría llevar Ayuso a los navarros con nuestro sistema, cuanta melancolía por lo que podría ser y nunca será. Ay. Paletos no sé si somos los navarros, pero gilipolllas permitiendo este modelo de fracaso económico del aberchandalato socialista somos un buen rato. Y eso es todo.
