- martes, 10 de diciembre de 2024
- Actualizado 09:12
Es bonito sentarse y ver gobernar, los modos que usan... y el de echar la culpa a los súbditos, es de un despótico que da ganas de echar la pota. Ahí está ya el gobierno de Txibite, que la culpa de que la sanidad navarra haya pasado de ser top a mediocre es vuestra, por hacer uso de ella, fachitas.
O mal uso, que ayer salió otro consejero, de no sé qué porque al final todos son de lo mismo, de las cosas del PSOE y sus aberchándales, a meternos la bronca. Si todo va mal es porque no la usáis bien, que es un poco dejar flotando en el aire la idea -alguien la comprará. Siempre alguien compra la mamarrachada que suelta un gobernante- de que solo buscáis perjudicar a este gobierno de progreso boicoteando el Servicio Navarro de Salud.
Las listas de espera disparadas desde, ya va para una década, que gobiernan el aberchandalismo del PSOE porque la ciudadanía ha decidido que van a jugar con su salud para joder a Barkos, a Txibite o a Asirón cuando también sea presidente de la charca que es Nafacroa, que acabará siéndolo si lo desea.
Así puede llegar a presidente, con estos modos, con estas justificaciones, hasta Coronalzorriz. Lo veo, pongo los dedicos en ele haciendo un rectángulo por el que miro para componer un plano de cine perfecto: la culpa de los baches que hay en las carreteras es vuestra, por usarlas. Si os quedarais en casa estudiando euskera, si solo circuláramos por ella los cargos políticos en nuestros coches oficiales, tendríamos las mejores carreteras del estado. Soy Coronalzorriz, votadme, y síganme en mis redes sociales para más consejos de cómo ser un buen ciudadano para el Psoe y sus aberchándales -efecto brillo en el piño con esa mueca siniestrada de hiena II que quiere hacer las veces de una sonrisa-. Fundido a racializado. Tenemos candidato y campaña, por si Txibite decide dejarlo. A positivar, compañere.
Llámenme fascista, que me falta como algo si no me lo llaman al menos un par de veces al día, pero no me acabo de acostumbrar a que los políticos de izquierda barra aberchándales me echen la culpa de que los servicios públicos que tendrían que tener siempre a punto para mí, para todos, sean un desastre. Y eso con los impuestos más altos de la historia de Navarra, que a su vez son los impuestos más altos de todo el estado estadol.
Pero tranquilos, que dentro de poco empezará a hablar Asirón de la necesidad que hay de poner la bandera de los aberchándales, esa que llaman ikurriña, en el balcón del ayuntamiento de Irroña y todo pasará a segundo plano. Es un debate ineludible, dirá el alicate del partido de la Eta, para eludir todos los demás debates, empezando por el de la sanidad y sus desastaes. Y con eso irán tirando los del PSOE y sus aberchándales hasta después de Sanfermines, que entre una cosa y otra, Navarra en fiestas mediante, visita al apartamento de los suegros en Salou al menos una semana alterna en agosto para no juntarse con los cuñados, es como decir hasta octubre. Y quien dice octubre dice, ya para lo que queda de año, mejor lo dejamos para el siguiente y lo vemos.
Solo somos 650.000 habitantes en Navarra, la misma población que Luxemburgo, tenemos consejeros como para gobernar un imperio, al menos por número, que cada vez hay más y con nombres más rimbombantes, y Txibite no es capaz de darnos la mejor sanidad del mundo. Y si hay problemas, sacamos a Coronalzorriz como en Pulp Fiction sacaban al tarado, y que se encargue de darle a la población su merecido. Y eso es todo.