• domingo, 28 de abril de 2024
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Opinión / A mí no me líe

El PSOE juega con un fuego que piensa que no le puede quemar

Por Javier Ancín

"Alguien dentro de su partido debería descabalgar a Sánchez de esta locura que pilota y devolver al PSOE a la cordura del estado de derecho, antes de que sea demasiado tarde y nos hagamos todos mucho daño. Si nadie lo hace, todos los socialistas serán cómplices y responsables de los futuras violencias que puedan desencadenarse".

Pedro Sánchez, en Burlada, con socialistas navarros en un acto de campaña a la secretaría general. PABLO LASAOSA 17 (1)
Pedro Sánchez, en Burlada, con socialistas navarros en un acto de campaña a la secretaría general. PABLO LASAOSA 17 (1)

Expliquemos lo básico, que a veces es bueno volver a empezar por el principio.

La democracia, el estado de derecho, es una anomalía en la historia porque no se sustenta en la fuerza la relación de los diferentes actores sociales, que es lo natural desde las cavernas -el más fuerte impone al más débil unos modos, unas obligaciones- sino en un pacto entre fuertes y débiles. Se colocan unos límites, unas reglas y dentro de ese terreno jugamos. Todos con las mismas normas, dentro de este espacio.

Para que todo fluya, para que no haya abusos, existen unos árbitros llamados jueces. Y poco más. Si esto se respetara entre todos, podríamos vivir más o menos en concordia, de forma civilizada, durante siglos. Cada generación regalaría a la siguiente un espacio seguro donde poder desarrollar su existencia feliz.

El problema viene cuando un grupo se empeña en que esto no es suficiente para ganar los partidos y lo desborda, como hace el PSOE sanchista sistemáticamente, que, con el objetivo de vencer, necesita acumular poder y arbitrariedad. Yo y mis socios podemos coger el balón con la mano y avanzar con él por donde queramos: las gradas, los vestuarios... para llegar al otro lado y marcar gol.

Los árbitros les afean la conducta y la anulan, pero entonces, el PSOE, saltándose de nuevo el pacto por el que todos habían decidido que los jueces eran los responsables de velar por los límites, basándose en unas reglas que todos debían de cumplir, impone una norma asimétrica y arbitraria llamada amnistía que invalida esas decisiones tomadas por los árbitros. Nosotros podemos jugar con la mano.

Da igual lo que me digan, yo no sólo me perdono y les perdono a mis socios con un indulto sino que ahora borro hasta el delito, es decir, la norma que impedía dar fuego a las calles, usar la violencia contra el propio juego, amnistiándoles, como pasó en Cataluña. El PSOE lo que hace es cargarse sistemáticamente el pacto constitucional, para ganar siempre, como ese niño que se inventa normas sobre la marcha para obtener la victoria. Esto, si has visto a un puñado de chavales en un patio de colegio, sabes que siempre acaba mal, es decir, cuando uno de ellos rompe las normas, siempre se desencadena la violencia para dilucidar quién de ellos es el vencedor, que obviamente coincide con el más bestia.

Y en este punto estamos, el PSOE ha roto todas las normas, avanzando por el terreno de juego atropelladamente inventándose reglas nuevas que sólo afectan a unos pocos, exclusivamente para hacer hoy presidente a Sánchez. Si no se le frena, si no se le castiga y se le hace volver al terreno de juego delimitado y a las normas que sean iguales para todos acabará llegando la violencia, el primer punto de este artículo, el más fuerte someterá al más débil, y tendremos los lloros.

Los votantes del PSOE están contentos porque con este modo arbitrario de operar de su partido están marcando goles, que ellos creen legítimos pero que ya solo son pura ficción. Lo que no quieren asumir es que roto el consenso, el estado de derecho, cualquiera con fuerza puede coger el balón y hacer lo mismo contra ellos, perdiendo el partido por goleada.

Cuando destruyes una sociedad y abres la caja de Pandora no es seguro que puedas controlar el monstruo para tu beneficio... a los monstruos es mejor tenerlos encadenados, siempre, y bien encerrados. Eso lo sabemos muy bien los débiles que perdemos siempre.

Alguien dentro de su partido debería descabalgar a Sánchez de esta locura que pilota y devolver al PSOE a la cordura del estado de derecho, antes de que sea demasiado tarde y nos hagamos todos mucho daño. Si nadie lo hace, todos los socialistas serán cómplices y responsables de los futuras violencias que puedan desencadenarse, que es lo que a poco que hayas leído algo de historia, sucederá más pronto que tarde. Y eso es todo.


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El PSOE juega con un fuego que piensa que no le puede quemar