• domingo, 28 de abril de 2024
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Opinión / A mí no me líe

Que te aguante el debate Txapote, Sánchez

Por Javier Ancín

Que alguien del estilo de Sánchez, tan vacío, tan mentiroso, tan desquiciado, haya podido llegar a presidente del gobierno es inexplicable. 

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez, y el candidato del PP a la presidencia, Alberto Núñez Feijóo, antes del programa 'Cara a Cara. El Debate', en Atresmedia Eduardo Parra / Europa Press

Prometo que lo intenté. Llegué casi de víspera a la vuelta del Castillo, me senté en el césped, abrí mi tradicional lata de cerveza de los fuegos y mientras esperaba a los restos de la cuadrilla naufragada que pudieran llegar hasta esta orilla, me puse los auriculares y enchufé en el móvil el debate de Feijóo con Sánchez.

Ya había empezado el asunto y Sánchez se me colaba en las orejas desquiciado puto. Y te juro que le entendí. Perder los veraneos en los palacios de Doñana y de Lanzarote, con avión privado a costa de todos los contribuyentes españoles y servicio a tres turnos de mayordomos y cocineros, saca de sus casillas a cualquiera.

Dos minutos y medio soporté ese memento mori histriónico en mitad de los alegres Sanfermines que llevo. Abandoné el asunto como se desaloja un barco que se está hundiendo, a la desesperada. Que te aguante Txapote, Sánchez.

Y me parapeté en una lista pachanguera del Spotify para hacer tiempo, tirado por completo, mirando al cielo, las estrellas, las manos en la nuca, disfrutando del calor de la noche ochentera, toda la noche entera... de la canción que ya es la que más ha sonado en mi pedazo de fiesta sanferminera 2023. Ay, quién pudiera ponerse pibón, como en el tardeo otoñal del Baviera.

Es todo tan absurdo y tan ridículo. En mitad del verano obligarnos a estar pendientes de un debate al que a nadie le interesa porque quien no está viviendo, como nosotros esperando las palmeras de pólvora, está durmiendo la resaca del finde que ha sido tan intenso como el último trozo de chocolate del magnum doble, el que está pegadico al palo.

En mis tiempos por San Fermín no había más noticias que las exhibiciones de Indurain ganado Tours como si no costara y las tradicionales de las fiestas: cornadas y conciertos, a veces en el mismo recinto y a la misma hora de madrugada. Y hoy esto... un Sánchez pasado más de rosca que los del Transfermín acelerado de los 90 en Más y Más. ¿Qué mundo les estamos dejando a los jóvenes?

Al volver a casa me metí a husmear de estranjis en Twitter para hacerme una idea de lo que había pasado, que una cosa es no querer ver el partido, como en el PC Fútbol, y otra no desear conocer el resultado, también como en el PC Fútbol.

Después de cotillear unas cuantas cuentas Pedrettes me dije, cómo ha tenido que haber sido la somanta palos de Feijóo para que no haya ni uno que le dé ganador a Sánchez, solo le conceden sus más acérrimos defensores el empate.

Que alguien del estilo de Sánchez, tan vacío, tan mentiroso, tan desquiciado, haya podido llegar a presidente del gobierno es inexplicable. Supongo que la respuesta es más o menos como la que recibió Belmonte de un banderillero cuando, una vez que le habían nombrado gobernador civil, se interesó por sus méritos que le habían llevado a semejante puestazo: Degenerando, maestro, degenerando. Y eso es todo.


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Que te aguante el debate Txapote, Sánchez