- jueves, 12 de diciembre de 2024
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Una de las grandes mentiras con las que nos bombardea a diario la izquierda, la derecha estatalista también, es que tus impuestos sirven para ayudar a los desfavorecidos y tal. El mantrita de que tú estás contra la sanidad y la educación pública, vamos, con el que intentan chantajear moralmente al pobre contribuyente ahogado que suplica, por favor, ya no puedo más, que le bajen dos euros en su declaración de la renta. Paga y calla, facha.
Olvídate, cuando te vienen mal dadas, cuando realmente necesites ayuda pública porque tu situación es desesperada, no busques amparo en la administración, esa madrastra mala del cuento, que no la vas a encontrar. El gobierno de Navarra subvenciona con millones de euros todo tipo de sandeces -de su cuerda ideológica, faltaría más, y de la cuerda ideológica de sus socios aberchándales, valga la redundancia, especialistas en vivir de nuestros impuestos- pero es incapaz de mantener a cero una lista de espera tan sensible como la de las personas dependientes que solicitan ayuda.
Literalmente te mueres de asco en ella, que al gobierno de Navarra nos enteramos ayer, se le murieron el año pasado 151 personas dependientes sin llegar a ser atendidas.
¿Para qué sirve la administración entonces, para subvencionar todo tipo de chochocharlas/txotxotxarlas y gilipolleces varias, para subvencionar la korrikaka del sanguinario asesino Josu Ternera, directamente con dinero e indirectamente con recursos públicos, que todo el operativo policial que hay que utilizar para cortarles las calles a los señoritos y sus asesinos también nos cuesta una pasta a los contribuyentes?
Lo que queda claro es que si en Navarra Txibite y su gobierno permiten que se muera, sin recibir atención, una persona dependiente prácticamente cada dos días, tus impuestos para ayudar a los que están en una situación realmente dramática no son.
Y no es que paguemos poco a la Hacienda Foral, que en Navarra el nivel es superior a la media española, es que la bestialidad de tributos con la que nos sablean no se utilizan para lo que se tendrían que utilizar. Tenemos unos gobernantes más preocupados en tener contentos a los suyos que en solucionar problemas reales, por eso cíclicamente tenemos este tipo de noticias dramáticas.
Es decir, lo terrible que se vislumbra detrás de estos 151 dependientes que murieron sin llegar a recibir en Navarra ningún tipo de ayuda es la miseria política de siempre.
Un muerto no vota, por eso es mejor tener convenientemente engrasados a los vivos, a sus grupos afines vocingleros y sectarios, que ayudar a los que ya les toca despedirse de este mundo de la forma más digna posible, y sobre todo, anónima. Ay, si pudieran gritar esos muertos...
Txibite practica el eterno refrán del bollo público para lo vivos de su ideología y el pobre dependiente al hoyo, que ya no le queda ni la opción para defenderse de votar contra el socialismo barra aberchandalismo porque ya está muerto. Y eso es todo.