- martes, 03 de diciembre de 2024
- Actualizado 00:06
Se nos echa la negra espalda del tiempo encima en Navarra y el corazón tan blanco que podía haber sido, vuelve a no ser. Así empieza lo malo, una y otra vez... haciéndonos creer que todas las almas de los tiranos, los que oprimen, los que manejan, los que dictan, nos dictan, los dictadores, a la vez son los buenos, los excluidos.
Barkos, que siempre ha estado en el poder, primero durante décadas su familia como Barcos y luego ella, en primera persona, con ka, mamando sillón como otros solo mamamos aire, vacío, nada, se queja amargamente de que a los euskoñones, es decir, ella, son excluidos en esta tierra. Se supone que por ella misma, ellos mismos, sus ellos, que llevan dictando por dónde vamos los demás, todos los que no somos ellos, desde la sombra primero y desde el sol después, la totalidad del tiempo que seas capaz de comprender.
O de asimilar, como esa lluvia que te cala hasta que sin darte cuenta te tiene chorreando. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Obedeciendo. No hay mucho más. No abriste el paraguas a tiempo pensando que esa lluvia fina era inofensiva y ya ves... calado. El siglo se nos ha echado encima, otra vez. La travesía del horizonte vuelve a ser hacia el pasado. Uxue Barkos se queja de su gobierno, que lleva de monarca del tiempo va para una década. Ella son ya todas las trincheras, contra ella misma pelea y a ella misma vence. Barcos aniquilada por Barkos. Barkos triunfante ante Barcos.
Pero aún quiere más y por eso necesita ahondar en esa brecha, en esa zanja, que afanosamente excava en Navarra su partido, el PNV, formado por el hombre sentimental que siempre ha sido. Buscando quedarse con absolutamente cada espacio desde el llanto pasivo-agresivo que practican ahora, en detrimento del agresivo-activo que ya han dejado de ejecutar porque en este tiempo no lo necesitan. No piensan dejarnos a los demás ni un milímetro en el que poder vivir. Todo es suyo. De eso ha ido esto siempre. Totalitarios por todos los medios.
Quieren imponer desde su idioma residual la totalidad del cuerpo de funcionarios, que la finalidad de sus maniobras es la de tener a los suyos siempre privilegiados frente al resto, al inmenso resto, a la amplísima mayoría. Es decir, controlar el dinero se llame como se llame, que esa historia nunca les ha importado, primero peseta después euro. El idioma mayoritario excluido y el idioma minoritario privilegiado, un mérito, para acceder a los sueldos públicos.
Para Navarra, el PNV de Barkos solo propone que la inmensa mayoría de su población sea espectadora en su propia tierra, que no pueda acceder a sus mecanismos, reservados solo para los de su cuerda política. Tienen el idioma pero si no tendrían el color de la piel. La historia es la de siempre. Es de sobra conocida en todo el mundo. Y para ello, para conseguir su victoria absoluta, se inventan una lucha contra su Barcos que obviamente no va a perder.
Navarra es un lugar sorprendente. Coges el café del desayuno, te asomas a la ventana con cara incrédula y solo ves de nuevo una opereta en la que el aberchandalato socialista te tiene secuestrado. Mañana tu rostro volverá a ser el mismo. Mañana en la batalla piensa en mí, alguien, quien sea, que me libere de este cautiverio, te dices, pero nadie te escuchará tampoco, y así hasta el infinito.
Esta tierra hace tiempo que solo son los dominios del lobo. Los enamoramientos ni están ni se les esperan. Ya no ha 'marías', aquí todas las asignaturas están impartidas por un profesor de ikastrola que nos suspenderá siempre, porque ha usurpado el poder que le permite hacerlo. Y eso es todo.