Estos últimos días diversos medios de comunicación deportivos nos han informado de la salida de algunos jóvenes futbolistas de nuestra ciudad a otros clubes de fuera de Navarra, así como recordado bastantes casos anteriores que están en la cima de las competiciones futbolísticas.
Ante esta informaciones y casos curiosos me tomo la libertad de aportar algunos datos e ideas sobre este tema para una mejor comprensión a cerca de la salida de jóvenes deportistas a otros clubes de futbol.
Los que vivimos en la órbita osasunista, podemos no entender cómo disponiendo aquí mismo de un equipo en 1ª División marchan a otros clubes con el teórico objetivo de alcanzar el éxito seguro.
Partiremos de una premisa: el futbol es algo distinto a todo y en el que muchísimas veces la lógica no sirve. ¿Por qué? Fundamentalmente porque se mueve mucho dinero en todas las direcciones y esta circunstancia oscurece la razón y el propio sentido común la mayoría de las veces.
Cuando un niño se incorpora a la disciplina de un club, se supedita a las normas establecidas por la propia Federación de Futbol y los contratos que establezcan las partes, en su caso.
Si un futbolista quiere cambiar de club lo puede hacer al finalizar cada temporada si está en el primer año de cadete (14 años) o inferior categoría. A partir del 2º año de cadete (15 años), queda ligado al club hasta finalizar su edad juvenil, si no se ha especificado lo contrario en la ficha deportiva de común acuerdo jugador-club.
Dicho esto, aparecen otras circunstancias por las que un joven jugador desee irse del club si la normativa se lo permite:
Esta aportación la hago basada en mi experiencia que, aunque un poco lejana, no dista mucho de lo que pasa en la actualidad. El orden en las que se dan las circunstancias señaladas puede cambiar en cada caso, pero seguro que se dan varias en los momentos de tomar la decisión de marcharse del club.
A modo de conclusión se podía establecer que Osasuna hace lo que puede en el aspecto económico, pero sí debe mejorar en el de hacer debutar a jugadores de la cantera en el primer equipo, buscando las circunstancias más adecuadas en cada momento de la competición, pero creo que tiene que hacer un esfuerzo mayor del que hace.
Termino con una máxima que el entrenador y director técnico en Tajonar durante muchos años, Manuel A. Los Arcos, tenía: “Si verdaderamente crees en un jugador para el primer equipo, ponlo y ponlo seguido, pues es la única forma de saberlo”.