- domingo, 19 de enero de 2025
- Actualizado 19:57
Estos partidos de Copa siempre tienen algo diferente a los de Liga, puesto que uno de los dos equipos queda fuera de la competición. A equipos como Osasuna, que algo saben de esta competición, les interesa llegar cuanto más arriba mejor.
Enfrentarse a equipos de Segunda División tiene sus riesgos, si además son penúltimos de la tabla, más riesgos; especialmente por la autoconfianza que genera la distancia deportiva y la motivación extra del teóricamente inferior.
Vicente Moreno no se ha andado por las ramas y ha colocado sobre el terreno lo que mejor tiene en la plantilla a su disposición. El planteamiento el habitual: 4-1-4-1 y a no descuidarse desde un primer momento; esto le ha servido para adelantarse en el
marcador y poner las cosas en su sitio.
El Tenerife intenta sorprender desde el comienzo presionando a ver si provoca errores en el equipo rojillo; Osasuna en el minuto 6 se adelanta en el marcador con un remate de Herrando y echa por tierra todos los deseos tinerfeños. Además, tiene la suerte de hacer el 0-2 con gol en propia puerta del Tenerife en el minuto 25.
Todo parecía fácil, pero el futbol tiene de todo, incluido un desvío de la defensa osasunista que termina en el 1-2 del encuentro para irse al descanso; además este detalle metía en el encuentro a los dos equipos.
La segunda parte mejor haberla borrado de la competición. El míster osasunista no sabíamos qué quería conseguir teniendo a toda la plantilla, teóricamente titular, en el terreno de juego. Las entradas de Iker y Nacho no cambiaron nada en el panorama futbolístico y el riesgo de alguna lesión también flotaba en el ambiente.
Lo mejor el tiro desde el centro de campo que salvó el portero tinerfeño; lo peor, la cantidad de balones perdidos tras la recuperación del mismo y que se vuelve a regalar una nueva oportunidad al contrario.
Partido para olvidar, pero objetivo cumplido.