En San Fermín 2023, uno de los productos más buscados no fue un sombrero ni un abanico: fue una faja con bolsillo que se agotó en cuestión de días en Pamplona. Era roja, se anudaba a la cintura como las de toda la vida, pero escondía un pequeño secreto: un compartimento para guardar el móvil, las llaves o el dinero. “Se vendieron todas”, recuerdan sus creadores, que no esperaban tanto revuelo cuando pusieron a la venta aquel accesorio tan pamplonés como funcional.
La tienda está muy cerca de otros establecimientos que hemos conocido en este apartado de comercio local en la capital navarra, como la frutería Pilar que dirige Eneko Campos, o el TwentyOne Cooffe de Mohamed Reda.
La idea no surgió en una oficina de marketing, sino entre conversaciones de pareja y recuerdos de fiestas. “He salido con riñonera en San Fermín por no saber dónde llevar las cosas”, reconoce él. Así que pensaron: ¿y si ese bolsillo se integra directamente en la faja?.
El resultado ha sido un diseño que mantiene el estilo clásico pero aporta una solución práctica para quienes quieren moverse con libertad sin preocuparse del bolso o la mochila. También pensaron en la seguridad: “Las aglomeraciones de las fiestas son el entorno perfecto para los robos”, explica ella.
Además de la faja-riñonera, han ideado otros productos pensados para vivir las fiestas con más comodidad. Uno de los más llamativos ha sido un portacubatas plegable, que cabe en el bolsillo y permite transportar hasta cuatro vasos a la vez. También han personalizado pañuelicos para perros y han llenado sus estanterías de tazas con mensajes de San Fermín en varios idiomas.
Detrás de todos estos inventos están Abel Lafuente Elizalde, pamplonés de 49 años, y su esposa, la nicaragüense Scarlett Guadamuz Amador, de 38, quienes gestionan la tienda Aglaya Creativos, que desde hace unas semanas se encuentra en la calle Iturrama número 18, en el local que ocupaba la tienda de muebles Araxes, cerrada hace un año.
Durante tres años han estado en la calle Mayor número 10, en pleno Casco Antiguo de Pamplona, donde se dieron a conocer entre vecinos y visitantes. “Estábamos muy a gusto y agradecidos con todos, pero el espacio se nos quedó pequeño”, cuenta Scarlett.
“Vimos el local vacío, contactamos con la inmobiliaria y a finales de abril ya nos habíamos trasladado. Desde que abrimos aquí estamos muy contentos. La gente es muy amable y tenemos muchas ganas de seguir avanzando”.
Ella ha afirmado sentirse plenamente integrada en la ciudad: “Llevo siete años en Pamplona. Me encanta la gente, su gastronomía... incluso el clima. No me arrepiento de nada”. Su historia con Abel comenzó cuando él viajó a Nicaragua como voluntario de la Cruz Roja, y seis años después regresaron juntos a Pamplona, donde llevan todo ese tiempo como pareja y socios. Él se encarga del área creativa, y ella lidera la atención al cliente y la parte logística del negocio.
Para estos Sanfermines, han apostado por una propuesta que va un paso más allá: la pulsera centinela. Se trata de un dispositivo que detecta drogas en bebidas mediante un test rápido que da resultado en cinco segundos. “Queremos que la gente sea más consciente y se sienta más segura en las fiestas”, ha señalado Scarlett.
La pulsera, reutilizable durante un año, incorpora un código QR que permite acceder a una aplicación desde la que se puede llamar al 112 en caso de positivo. “La sumisión química es un problema social y global, y esta es una herramienta más para prevenirlo”, ha indicado. Lleva un cierre que puede quitarse o ponerse a voluntad, y está pensada como un accesorio más del atuendo festivo.
