El nuevo director artístico del Museo Universidad de Navarra, Gabriel Pérez-Barreiro, considera que el arte es “todo lo que toca el límite de lo conocido y lo desconocido” ya que nunca puede llegar a comprenderse del todo una obra, si bien reconoce que esta es una cuestión sobre la que “cada persona tiene que encontrar su propia definición”.
Gabriel Pérez-Barreiro, graduado y doctor en Historia del Arte por las universidades de Aberdeen y Essex (Reino Unido), es experto en arte latinoamericano y reúne más de 30 años de experiencia profesional en el sector del arte como comisario, gestor cultural, profesor, investigador, escritor y conferenciante colaborando desde hace seis años con el MUN como profesor asociado del Máster de Estudios de Comisariado.
Esta semana Pérez-Barreiro ha comenzado su nueva andadura en un museo que conoce bien pero al que sirve ahora desde un cargo de mayor responsabilidad como director artístico de artes plásticas trabajando mano a mano con la otra parte de la dirección artística del MUN, Teresa Lasheras, que se encarga de la parte de artes escénicas.
Su objetivo, ha señalado en una entrevista con EFE, es poder “definir y ejecutar una misión para la programación” del museo marcando como una de sus prioridades entender qué están comunicando y a quién. Para ello, ha indicado, es importante prestar atención al contexto universitario y al geográfico para poder analizar la oferta cultural existente y qué pueden aportar.
El MUN, ha reconocido, no es demasiado conocido entre la ciudadanía de Pamplona y Navarra, algo que a su parecer se explica en que es un museo con pocos años y ubicado en un edificio quizás demasiado imponente.
“El diálogo que tiene el museo con la universidad y la comunidad existe pero creo que se puede profundizar mucho” ha compartido asegurando que van a estudiar si pueden "mejorar el acceso y hacerlo más amable para el visitante” encontrando así la manera de invitar a la ciudadanía a disfrutar de él y que “lo sientan como suyo”.
Dentro de las fortalezas del MUN, ha mencionado el hecho de que sea un museo universitario, un modelo casi inexistente en España y que se caracteriza por su “compromiso con el conocimiento, y es que, a su juicio, es obligación de un centro como este plantear preguntas de fondo como qué es el arte y para qué sirve.
Cuenta además con casi 25.000 obras y una de las mayores colecciones de la historia de la fotografía de España, lo que se une a un entorno como Navarra en el que “hay oferta cultural pero no tanta” por lo que existe la posibilidad de ser “un museo no solo para la universidad sino para toda la comunidad”.
Pérez-Barreiro ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional al comisariado, un ámbito que debe fundamentarse en “el trabajo con el público” y es que, ha comentado, existe en ocasiones la falsa percepción de que lo importante es tener ideas brillantes pensando solo en uno mismo como público.
“Tenemos un gran desafío, sobre todo con el arte contemporáneo del que mucha gente desconfía”, ha referido reconociendo que en muchas ocasiones no se hace el esfuerzo de atender estas necesidades y abogando por un comisariado “más dialogante, más comprensivo con el visitante y más generoso”.
Se ha mostrado partidario también de trabajar por encontrar nuevos públicos ya que esto “te obliga a posicionarse ante el otro” y “si uno eso lo hace bien los público existentes también van a responder”.
