Las víctimas del terrorismo de ETA han ofrecido este viernes un dato tan escalofriante como estremecedor: sólo uno de cada doscientos alumnos de la ESO en Navarra sabe quién fue Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua asesinado a sangre fría por la banda terrorista ETA el 12 de julio de 1997.
Han pasado sólo poco más de 25 años, pero su nombre no ha conseguido traspasar a esta generación de los escolares navarros en una especie de desmemoria que las asociaciones de víctimas consideran en parte "inducida". Las víctimas ofrecen un dato más igual de preocupante: solo tres de cada diez estudiantes de la ESO en la Comunidad foral saben qué fue la banda terrorista ETA. Son datos extractados, según dicen las víctimas, de un estudio elaborado por el Gobierno de Navarra.
Y es que dieciséis víctimas de distintas organizaciones terroristas, aunque principalmente de ETA, han recogido su testimonio en vídeos de unos 30 minutos de duración con la idea de que su voz pueda escucharse en las aulas de Educación Secundaria y de la Universidad.
El proyecto, presentado en la mañana de este viernes en Vitoria, pretende "ayudar a sistematizar el uso de testimonios" en las aulas porque tienen un "potencial pedagógico y transformador enorme". "Escuchar a una víctima cambia para bien a las personas", ha explicado Raúl López, responsable del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que impulsa esta iniciativa junto con la vitoriana Fundación Fernando Buesa.
López ha explicado que desde 2002 alrededor de 100.000 escolares de España han recibido en sus colegios la visita de alguna víctima para narrar su experiencia y aunque es "una cifra meritoria" representa a "un pequeña parte del alumnado".
Hay además "una tendencia al olvido que en parte es natural y generacional" pero también "inducida". Como resultado solo un 0,5% del alumnado de la ESO de Navarra sabe quién fue Miguel Ángel Blanco y más del 30% no sabe qué fue ETA, según un estudio del Gobierno de la Comunidad Foral citado por López.
Para revertir resta tendencia es necesario "llevar a las aulas y también a las conversaciones de familia y de amigos cuestiones tan incómodas como relevantes como en el terrorismo".
Dado que no hay tantas víctimas que puedan ir en persona a los colegios, el Memorial y la Fundación Buesa han grabado esta serie de vídeos con testimonios en castellano, euskera y francés de víctimas de ETA, el GAL, los Comandos Autonómos, el terrorismo yihadista, los Grapo y el terrorismo de extrema derecha.
Aunque "lo ideal" es el testimonio presencial en las aulas, ya que permite interactuar y preguntar, estos vídeos dan mayor difusión a unos testimonios "impactantes y emocionantes" con los que se pretende "combatir el olvido" y también "contribuir a la deslegitimación" del uso de la violencia.
Son quince vídeos -accesibles en los canales de Youtube de ambas organizaciones y ya a disposición de la comunidad educativa- con entrevistas a dieciséis víctimas, ya que en uno de ellos hablan el padre y el hermano Rodolfo Benito, muerto en los atentados del 11-M en Madrid, ha explicado Eduardo Mateo, de la Fundación Buesa.
Ofrecen su testimonio personas que han resultado heridas en acciones terroristas o que son familiares directos de fallecidos, como Ana Aizpiri, cuyo hermano Sebastián fue asesinado por ETA en 1988.
Aizpiri, presente en presentación de este proyecto, ha explicado que ofrece su testimonio como una forma de alzar la voz después de que a su hermano los terroristas "le quitaran la palabra".
Con su relato quiere transmitir a los jóvenes que usar "la idea una Euskal Herria independiente, socialista y euskaldun" como "excusa para despreciar la vida de más de 850 personas es inadmisible, asqueroso y va en contra de los derechos humanos".
"No se puede usar el asesinato en nombre de ningún objetivo político", ha resumido Aizpiri.
