El bar restaurante Ezpeldoia de Murieta en Tierra Estella ha sufrido esta madrugada el robo de dos máquinas tragaperras con el método del alunizaje, que ha destrozado la cristalera de entrada al local.
Esta localidad de Valdega está muy cerca de otras localidades que han sido noticia, como es el caso del espectacular picho pote del bar de Abáigar, o la madre e hija que han tomado las riendas del único bar de Legaria.
El suceso se ha producido a las tres de la mañana cuando unos desconocidos han conseguido entrar en el bar rompiendo el cristal. Solo se han llevado las máquinas tragaperras y no han tocado nada más.
La familia que lleva el bar restaurante, propiedad del Ayuntamiento, desde hace varios años ha conocido la noticia sobre las 7 de la mañana cuando han ido a abrir el establecimiento. Calculan unas pérdidas de doce mil euros, aproximadamente, que serán a cargo de los seguros.
De inmediato han dado parte a la Policía Foral que ha acordonado el bar, ha tomado las huellas dactilares, y ha revisado las cámaras de vigilancia para conocer a los autores del suceso.
Se da la circunstancia que el bar Ezpeldoia está fuera del núcleo de la localidad, al otro lado del rio Ega en la carretera entre Murieta y Oco, por lo que no es fácil que los habitantes escuchen el ruido que producen sucesos de este tipo.
El bar ha permanecido cerrado durante la mañana y se espera que por la tarde pueda abrir a sus clientes, después de colocar un cierre de madera en la cristalera rota.
El bar restaurante forma parte del complejo comarcal Ezpeldoia de Murieta, formado por las dos piscinas al aire libre, el frontón cubierto y el bar que fue inaugurado el 15 de marzo de 2003, con casi 19.000 metros cuadrados de superficie.
El bar restaurante está alquilado desde mayo de 2018 a la ecuatoriana Alejandra Pinzón, que trabaja de cocinera, junto a su hija Vanessa Medina y a su sobrina Patricia Masache que atienden en la barra.
