- sábado, 07 de diciembre de 2024
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Los anaitasunistas realizaron un partido muy práctico en el segundo tiempo. Pasaron por diferentes fases, desde un 0-6 en los primeros minutos de la segunda mitad, marcando una ventaja de 4 goles, hasta verse igualados a falta de 15 minutos.
El Cisne es el colista de la categoría con 7 puntos, pero cabe tener presente que cuenta con tres partidos menos que el resto por problemas de Covid. Volvía ante sus seguidores después de casi tres meses y con un siete reforzado. El Anaita le cortó sus esperanzas de remontar.
El partido no resultó fácil para los de Quique Domínguez que quisieron pero no pudieron en el primer tiempo. Intercambio de goles continuo y alternativas en el marcador para uno y otro. La igualada quedaba reflejada al descanso con un empate a 16.
El técnico navarro, aunque natural de Pontevedra, tuvo que tomar cartas y remodelar la defensa para en dos arranques fulminantes poner distancias y llevarse los puntos en juego.
Corrigió errores el Anaita y evitó los fallos en defensa que se habían dado durante muchos minutos del partido. Con ello pudo aprovechar la precipitación del rival, obligado por su situación, pudo jugar a la contra y al final convencerse de que el partido era suyo.
El cuadro navarro nos tiene últimamente acostumbrados a este juego de minutos insulsos, con fallos reiterados en ataque y una defensa a la que le cuesta entrar. Pero luego lo corrige y se hace con las riendas de la situación sin dar opción al contrario. No es bueno arriesgar. El equipo tiene que salir centrado desde el primer minuto e ir a por el partido sin dudarlo. No tiene porqué dar cancha al rival.
El próximo partido es frente al penúltimo, el Villa de Aranda. No va a ser un paseo porque al igual que el Cisne tiene que quemar los últimos cartuchos si quiere salvarse. Por el contrario el Anaita con 26 puntos tiene a tiro la quinta plaza que cuenta con dos puntos más. Hay que intentarlo, queda mucho, pero tal y como está el equipo puede conseguirse.