El Barcelona sufrió en exceso para alzarse con el título en la “catedral”, tras ver recortados seis goles de ventaja a tan sólo uno en un final nunca visto.
El Barcelona sufrió en exceso para alzarse con el título en la “catedral”, tras ver recortados seis goles de ventaja a tan sólo uno en un final nunca visto.
El conjunto catalán siempre es favorito allá donde va. Lo es, porque marca la diferencia en calidad debido a la superioridad en presupuesto, plantilla y medios a su disposición.
Llegaba a la cancha anaitasunista como claro favorito y dispuesto a proclamarse campeón por 29 veces en la historia del balonmano. Pero no lo tuvo tan fácil.
El comienzo del encuentro siempre fue del equipo anfitrión. Dueño y señor en los diez primeros minutos con un 6-3 que hacía soñar a los casi 2.000 aficionados.
El sueño se hacía trizas en los minutos siguientes por el atasco en ataque de los locales. Un parcial 0-5 ponía por delante a los catalanes que se iban poco a poco, hasta una ventaja de 6 con la que se llegaba al descanso.
Todo parecía hecho. Los primeros minutos del segundo tiempo eran para los visitantes, pero el Anaita se había conjurado en el vestuario y poco a poco redujo diferencias a tres y cuatro tantos. Las ocasiones de situarse a dos se repitieron varias veces, pero Gonzalo Pérez de Vargas en la puerta y Aleix Gómez con sus goles no lo permitían,
El siete de Quique Domínguez se vaciaba en la cancha. Planteaba una buena defensa. Robaba balones y en los dos últimos minutos de 31-35 se iba al 34-35 que hacía vibrar a los aficionados.
Aparecieron los nervios. Aitor García provocó una falta, quizás innecesaria, sobre Aleix Gómez que le costó la roja. Faltaban seis segundos y para la reanudación del juego hubo que repetir tres veces el saque de la falta por pésima coordinación de los árbitros con la mesa.
No quedaba tiempo y esto le benefició al Barça que se llevaba los puntos y se proclamaba campeón a falta de cinco jornadas para el final de la competición.
Sensacional segunda parte de Anaitasuna en todos los aspectos. En el balance defensivo muy acertados con un 6-0 que desplegaban en 5-1, ó 4-2 desbaratando el ataque rival.
En ataque gran trabajo de los pivotes, Aitor García y Bazán que rompían la defensa catalana una y otra vez. Pero no podemos olvidar el buen juego organizativo de Izquierdo y sus 4 goles, ni el esfuerzo de Gastón en el extremo con sus robos de balón y sus siete goles.
Buen partido, con poco premio, pero mereció la pena ver este encuentro porque por segunda vez el Anaita ha puesto en serias dificultades a todo un Barcelona. La primera en la copa y con alineación indebida y la segunda en esta jornada en la que a punto estuvo de retrasar el alirón blaugrana.
No pudo ser. Tercera derrota consecutiva y ahora a la pista del Dólmenes a resarcirse.